¿DÓNDE ESTÁN LAS MULTITUDES?

El capítulo 15 concluye con Jesús nuevamente ocupado en ayudar a la gente necesitada. Los versículos 29 al 31 dice,

en seguida comenzó a reunirse mucha gente, trayendo consigo cojos, ciegos, tullidos, mudos y otros muchos enfermos. Los pusieron a los pies de Jesús, y él los curó a todos.

Pero no acabó allí su trabajo con aquellas personas. El texto dice que después de tres días Jesús era consciente que no tenían alimentos y estaban muy lejos de cualquier lugar habitado, por tanto, los alimentó. Mateo indica que los que comieron en aquella ocasión fueron cuatro mil sin contar las mujeres ni los niños.

Estos dos pasajes me han hecho pensar en el Jesús compasivo y empático con las necesidades de la gente, pero también me han hecho pensar en la respuesta de las multitudes. Miles y miles de personas se beneficiaban de la compasión y sincera preocupación por ellos de Jesús. Recibieron de él bendición en diferentes formas. Pudieron experimentar un Dios cercano y sensible a sus necesidades. Sin embargo, al final de sus días, cuando fue arrestado y ejecutado, tan sólo trescientas personas se contaban como seguidores suyos.

La gran enseñanza para mí es la diferencia entre beneficiarse de Jesús y ser un seguidor. Beneficiarse es fácil, seguirle es difícil por los ajustes de vida, valores y prioridades que se debe llevar a cabo. Hay que distiguir pues entre beneficiarios y seguidores.

Un principio

¿A que tipo responde mi vida, beneficiario o seguidor?