TRANSFORMACIÓN

Entonces te invadirá el Espíritu de Dios que te transformará en otra persona. (1 Samuel 10:6)
Esta es la promesa que Samuel le hizo a Saúl cuando le anunció que Dios lo había escogido como rey del pueblo de Israel.
Este versículo tan simple me ha hecho pensar en mi propia experiencia personal y como el trabajo del Espíritu de Dios en mi vida me ha convertido en otra persona diferente de quien soy. No ha sido un acto instantáneo, ha sido un proceso continuado. No ha sido fácil, en ocasiones Él ha tenido que trabajar de forma dolorosa en mi vida y en mi experiencia. Sin embargo, cuando miro en la distancia hacia atrás me doy cuenta de los increíbles cambios y transformaciones que ha llevado a cabo en mi vida, especialmente en mi carácter, desarrollando en mi el fruto del Espíritu y construyendo paso a paso la imagen de Jesús en mí.
Comentarios
Publicar un comentario