¿CUÁL ES TU META?

 

Y es que nuestro objetivo no son las cosas que ahora vemos, sino las que no vemos todavía. Esto que ahora vemos, pasa; lo que aún no se ve, permanece para siempre. (2 Corintios 4:18)

¿Cuál es tu meta en la vida? Al hacer esta pregunta no me refiero a las metas secundarias, por importantes que estas sean. Me refiero más bien a las metas últimas de tu proyecto humano. Dicho de otro modo ¿para qué vives?

Al leer las palabras del apóstol podemos responder que vivimos para el cielo. Es una respuesta correcta pero, tan etérea que no necesariamente va a afectar mi día a día. ¿Cuáles son entonces esas cosas que no vemos todavía y que deberían ser nuestro objetivo último? Yo te propongo dos y te desafío a que leas la Escritura para confirmarlas. La primera sería que la imagen de Dios afectada por el pecado pueda ser restaurada en nosotros. En términos prácticos eso significa que cada día nos vayamos pareciendo más y más a Jesús, algo que todos sabemos sólo se culminará aquel día que estemos en su presencia.

La segunda es la construcción del Reino del Señor, es decir, participar con Él en la misión, algo que tampoco veremos en su plenitud hasta que el Señor vuelva y todas las cosas sean hechas nuevas. Estas son las cosas que realmente importan y no deja de ser curioso que ambas, aunque enunciadas de otra manera, sean la base según la Universidad de Harvard para la felicidad del ser humano.