SER DISÍPULO EN EL SIGLO XXI: LA NUBE DE TESTIGOS

 

Estamos, pues rodeados de una ingente muchedumbre de testigos. Así que desembaracémonos de todo impedimento, liberémonos del pecado que nos cerca y participemos con perseverancia en la carrera que se nos brinda. Hagámoslo con los ojos puestos en Jesús, origen y plenitud de nuestra fe. (Hebreos 12:1-2)

En la entrada anterior hablaba de la importancia de entender la gran historia de Dios en la que nos hayamos inmersos. Necesitamos entenderla y tener conciencia de cómo nuestra vida encaja en la misma, qué lugar ocupa, qué papel juega. Los versículos que aquí he reproducido son la culminación del capítulo 11 del libro de Hebreos y en el mismo se nos presentan lo que comúnmente llamamos "héroes de la fe", personas, hombres y mujeres que jugaron su papel en esa historia, a menudo, sin entenderla en su totalidad, moviendo por fe y confianza en Dios.

Por eso, ahora te toca a ti y a mí ocupar nuestro lugar único y singular en esa historia, teniendo, como dice el pasaje, todos los que nos precedieron y fijando nuestra mirada en Jesús que será quien la culminará. Pero, para ello, debemos ser conocedores de la historia y durante las próximas entradas trataré de explicarla porque no podemos vivir cómo discípulos de Jesús en el Siglo XXI si carecemos de comprensión de la misma. Te animo, pues, a que me acompañes en ese recorrido para que puedas ocupar tu lugar y colaborar activa e intencionalmente con Dios en el ministerio de la restauración y reconciliación.