LA FE EN LOS TIEMPOS DEL CORONAVIRUS: LA BATALLA DE LA MENTE
llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo (2 Corintios 10:5)
El gobierno, al menos en mi país, España, nos repite por activa y por pasiva que lo peor está todavía por venir. Tienen razón. Ellos se refieren en estos momentos a la pandemia, después nos hablarán de las consecuencias económicas y sociales. Son muchas las facturas que tendemos que pagar. Esta crisis mundial nos está poniendo a todos a prueba, a los países, las iglesias y, naturalmente los individuos; a todos y cada uno de nosotros. Conforme los días vayan pasando y tomemos más y más conciencia de lo que se nos viene encima se irán disparando nuestras ansiedades, preocupaciones, miedos y escrúpulos. Y todo esto sucede en nuestra mente que no puede dejar de pensar y pensar y darle vueltas y más vueltas a las cosas, y que tiene una capacidad ilimitada de generar escenarios futuros, normalmente catastróficos.
¿Qué podemos hacer? Volvernos, una vez más, a los consejos de la Escritura que con tanta facilidad olvidamos. Considera, pues, estos pasos prácticos: 1. Reconoce los pensamientos que hay en tu mente. Si, sé que lo he dicho ya, pero la repetición es un método bíblico de aprendizaje. 2. Identifica qué sientes; ponle un nombre (miedo, ansiedad, frustración, desesperanza, angustia) 3. Lleva esos pensamientos cautivos, prisioneros, a Cristo Jesús. Dáselos una y otra vez. Practica esa higiene mental y emocional de vaciar las cosas en el Señor. Si no lo haces, el miedo dominará tu vida, te privará de paz, te robará el gozo, dominará tu mente llenándola de situaciones acerca de las cuales no puedes muy poco o nada en absoluto.
Te invito a que lo hagas en estos momentos. Lleva todos los miedos a la presencia del Señor, llévalos allá para queden cautivos. Repite el proceso tanto como lo necesites.
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