MISERICORDIA
Y tened en cuenta que será juzgado sin misericordia quien no practicó la misericordia. La misericordia, sin embargo, saldrá triunfante del juicio. (Santiago 2:13)
Santiago, como ya hemos podido ver, es muy pragmático en su acercamiento a la práctica cotidiana del seguimiento de Jesús; no se anda con rodeos; no es tan filosófico en sus acercamientos. La carta que escribió bien podría recibir el título de: "Pasos prácticos para el seguimiento del Maestro". Aquí nos habla de la misericordia, una característica que una y otra vez aparece en las Escrituras ligada al carácter de Dios. Ese atributo suyo que le lleva a responder ante el estado de miseria y necesidad del ser humano en todos los ámbitos de su vida; no sólo miseria espiritual, también emocional y material. Dios Padre en el Antiguo Testamento y Dios hijo en el Nuevo afirmaron que ellos quería misericordia -que va dirigida hacia el prójimo- antes que sacrificios -que van dirigidos hacia Él-. De hecho, podríamos afirmar que el mejor sacrificio hacia Dios es la misericordia hacia el prójimo.
Santiago afirma que si nosotros no vivimos una vida de misericordia, tampoco vamos a recibirla de parte de Dios en el día del juicio. Está en línea con otros pasajes que afirman que seremos medidos con la misma medida que usamos hacia los demás. Sin duda, somos y seremos salvos igualmente, sin embargo, no me cabe duda que el día en que tengamos que rendir cuentas del uso de nuestro vida ante Dios vamos a sentir mucha vergüenza al ser conscientes de no haber hecho hacia otros aquello que esperamos se haga con nosotros. En mi trabajo pastoral he tenido que experimentar a muchos hermanos que son extremadamente duros en sus juicios hacia otros; actúan carentes de misericordia sin tener en cuenta que la vida y el juicio de Dios les devolverá aquello que tan celosamente practican.
Que caracteriza tu vida el juicio o la misericordia.
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