SALMO 27/ ESCUCHA LA VOZ



Espera en el Señor, sé fuerte, ten firmeza; por tu esperanza en el Señor (Salmo 27:14)


El salmo 27 está escrito en primera persona, salvo el versículo final del mismo que aquí reproduzco. En la primera parte del poema hay una mezcla de confianza en el Señor que después y poco a poco va dando lugar a toda una serie de problemas, retos y dificultades que David va afrontando; el salmo tiene una gran fuerza dramática y la tensión va en aumento hasta que aparece este versículo en tercera persona donde ante tanta adversidad el salmista recibe una palabra de ánimo, un consejo, una recomendación. Sé que es una licencia interpretativa pero esa voz en tercera persona es, en mi opinión, la voz de nuestro corazón.

Los seguidores de Jesús, al igual que David, somos seres humanos y nos vemos sometidos a las mismas situaciones y realidades que aquellos que no conocen al Maestro. Problemas internos y externos forman parte de nuestra realidad cotidiana. En ocasiones nos sentimos desbordados y apesadumbrados ante la acumulación de los mismos y es fácil no saber qué hacer. Es entonces cuando necesitamos detenernos y parar atención a la voz de nuestro corazón que guiado por el Espíritu del Señor que vive en nosotros nos dará esa palabra de aliento y confianza que nuestra vida necesita. La solución no es como el hámster que en su rueda da más y más vueltas y más y más rápido; la solución no es una huída hacia delante. La solución como el corazón inspirado por el Espíritu dice es poner la esperanza en el Señor y esperar en Él.


¿Qué situaciones, realidades, retos, problemas precisan que apliques este versículo?

Comentarios

  1. Hermosa reflexión, Felix querido! :) Había notado una vez esa diferencia, pero interesante interpretación a la que llegaste. Me gusta! Nos vemos pronto!!

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