NOÉ/ LA OBEDIENCIA QUE NACE DE LA CONFIANZA/ GÉNESIS 6
Y Noé hizo exactamente todo lo que Dios le había ordenado. (Génesis 6:22)
Los pasajes bíblicos nos resultan tan conocidos que nos cuesta poder ver más allá de lo evidente, reflexionar mínimamente acerca de lo que hay detrás de las simples frases reflejadas en el texto. Noé recibe un encargo estrafalario, construir un barco gigantesco en una zona semidesértica alejada del mar para prevenirse de una inundación de la que no existen precedentes en la zona. Además, la misma acabará con todo ser viviente y sólo se preservará la vida de los animales y las personas que puedan entrar en el arca junto a Noé. Vamos, yo diría que ese no es la tarea que cualquiera de nosotros recibe en un día dado.
Sin embargo, Noé decide obedecer, pero ahí no acaba toda la aventura. el trabajo de construcción del arca debió de durar varios años y uno puede entrever la reacción de sus contemporáneos ante la obra que estaba llevando a cabo el patriarca. Desde el escepticismo al rechazo pasando por la burla, podemos entrever todo tipo de reacciones de los vecinos de Noé. Pero, a pesar de todo, persistió, tal y como dice el texto bíblico en hacer todo lo que Dios le había ordenado.
Cuando pienso en las reacciones de Noé veo que su obediencia debió de nacer de su confianza en Dios. No sé explicar cómo era la relación que el patriarca tenía con el Señor, mis únicas pistas son lo que de él se dice en el texto y que ya he mencionado y reflexionado al respecto. Pero no me cabe la menor duda que uno no se embarca en semejante aventura a menos que tenga una clara confianza en que aquello que Dios le pide tiene sentido aunque no parezca tenerlo en absoluto. Me da la impresión que Noé supo confiar en que la perspectiva que el Señor tenía era mayor que la suya y obedeció en confianza de que, más tarde o más temprano, las piezas encajarían.
Al mirarme en el espejo de Noé he pensado en cómo reacciono ante aquellas cosas que Dios me dice y/o me pide y no tienen sentido a mis ojos, a mi razón, a mi comprensión. Cómo respondo ante las paradojas que presenta la vida cristiana, ante las demandas que parecen carecer de toda lógica, ante las promesas o declaraciones de Dios que chocan contra todo lo que mi razón y mis sentidos perciben y ven. Todo eso pone a prueba mi capacidad de confiar en Jesús y su plan y propósito para mi vida. Todo eso me reta a hacer su voluntad aunque, como en el caso de Noé, parece carecer de sentido. Todo eso me lleva al desafío de dar pasos de fe, de confianza, no en base a lo que veo, que me dice todo lo contrario, sino en base a lo que Él ha dicho, "no temas, cree solamente".
¿Qué sucede contigo cuando lo que Dios pide parece carecer de sentido?
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