1 CORINTIOS / INMADUREZ ESPIRITUAL 2/ 1 CORINTIOS 3:1-5
Porque siguen siendo inmaduros. Pues mientras haya entre ustedes envidias y rivalidades, ¿No es prueba de inmadurez y de que no han superado el nivel puramente humano? (1 Corintios 3:3)
¿Qué caracteriza al cristiano no guiado por el Espíritu de Dios? Pues según el apóstol que su vida no dista de ser muy similar a la de aquellos que no son seguidores de Jesús. En este pasaje concreto Pablo habla de que en sus vidas hay evidencias de envidias y rivalidades. Ahora bien, esta lista es descriptiva y no exhaustiva, es decir, no significa que únicamente los cristianos que tienen envidias y rivalidades son del tipo que estamos mencionando. Estos, sin duda, lo son, pero también lo es cualquiera que vive lejos de las expectativas y los mandamientos del Maestro de Nazaret, cualquiera que de modo consciente permite actitudes, valores, prioridades, estilos de vida en definitiva, que son incompatibles con el seguimiento de Jesús.
No estoy hablando de perfección, estoy hablando acerca de coherencia. Estoy hablando de que el cristianos animado por el Espíritu tiene la voluntad y la capacidad de responder a los impulsos de ese mismo Espíritu cuando le muestra cosas que deben ser diferentes en su vida y, consecuentemente, las cambias para amoldar su forma de vivir a la de Jesús. Contrariamente, el no animado o guiado por el Espíritu no responde a estos estímulos, justifica su estilo de vida, su forma de proceder y, consecuentemente, a efectos prácticos es como si no fuera un seguidor de Jesús.
Creo que es una buen práctica el de tanto en tanto pasar un tiempo tranquilo a solas con el Señor. Pedirle a su Espíritu, tal y como nos enseña el salmo 139 que nos examine, que nos muestre a nivel de corazón, conductas y pensamientos cómo estamos y, después, tener el valor para cambiar según Él nos indique.
¿Cuán necesario es en tu vida lo que acabo de decir? ¿Cuándo vas a llevarlo a cabo?
Comentarios
Publicar un comentario