JESÚS/ IGNORANCIA DE LAS ESCRITURAS/ MATEO 22:23-33



Jesús les contestó: -Están muy equivocados, porque ni conocen las Escrituras ni tienen idea del poder de Dios. (Mateo 22:29)


Los saduceos tenían un serio problema, habían construido un sistema teológico, es decir una explicación de Dios y los misterios con Él relacionados, y en base a esto interpretaban lo humano y lo divino. Parte de aquel sistema era la negación de la resurrección y de ahí el planteamiento que le hacen a Jesús que, dentro de su propio sistema de pensamiento tenía toda la lógica. El único inconveniente era que ni su sistema, ni ningún otro, pueden contener a Dios, a lo máximo nos pueden dar pinceladas, pero nunca reducirlo. Pero, precisamente, esa es la tendencia de todos los sistemas teológicos, no son abiertos a revisión y son, por definición reduccionistas, es algo del tipo, conmigo o contra mí.

Si bien los sistemas teológicos son necesarios y son sanos deseos de comprender mejor a Dios y sus cosas, tienen la tendencia a fosilizarse, perder flexibilidad y acaban -aunque nunca se reconozca abiertamente- sustituyendo a la revelación que tenían la finalidad de explicar. Juntamente con ello surge unas legión de defensores de esa ortodoxia que tienen la propensión a juzgar y condenar a todos aquellos que no piensan del mismo modo que el sistema que defienden.

De nuevo, el problema no está, en mi opinión, en los sistemas teológicos, sino en su pretensión consciente o inconsciente de meter al Señor en la cajita y dictarle cómo debe actuar. Consecuentemente se niega toda manifestación divina que no quepa en el reducido y limitado sistema. Esto, debo admitirlo, es una extendido mal evangélico.

Jesús nos da un antídoto al respecto, un mejor conocimiento de las Escrituras y del carácter y el poder de Dios. Un conocimiento que rompa los esquemas de nuestros sistemas de pensamientos para que nos podamos abrir al Dios que, como dice la propia Escritura, obra cuándo, dónde y cómo quiere sin necesidad de pedirnos permiso a nosotros y nuestros rígidos esquemas de pensamiento. Un Dios, en definitiva, que nos invita a experimentarlo, si estamos dispuestos, en formas diferentes e imprevisibles para nosotros.


¿Qué te impide a estar abierto a experimentar a Dios en formas diferentes a las que tu sistema teológico te dice es posible?

Comentarios

  1. Gracias por este aporte, mezcla de sensatez y ánimo reflexivo. Desde hace tiempo me inquieta el daño que hacen los reduccionismos en todas las áreas de la vida.

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