JESÚS/ DÓNDE Y CON QUIÉN/ MATEO 9:9-12
Jesús continuó su camino. Al pasar vio a un hombre llamado Mateo que estaba sentado en su despacho de recaudación de impuestos, y le dijo:— Sígueme. Mateo se levantó y lo siguió. (Mateo 9:9)
El cuadro representa el llamado de Mateo y está pintado por Caravaggio.
Hay varias cosas que me llaman la atención en este pasaje y que, en mi modesta opinión, revelan pautas misionales de Jesús que, consecuentemente, nosotros deberíamos seguirlas.
La primera pauta, ya vista anteriormente, es que Jesús se acerca a gente normal -no religiosa- y lo hace en el contexto de su vida cotidiana -no en lugares sagrados o religiosos-. El reto, de nuevo, es localizar a Jesús y experimentarlo en el día a día, en nuestros trabajos, en nuestros entornos cotidianos.
La segunda pauta, es que Mateo sigue a Jesús a la misión y los primeros beneficiarios de su seguimiento son sus amigos, sus compañeros de trabajo, dicho de otro modo, la gente de su entorno. La casa, según dice el pasaje, se llenó de publicanos y otra gente de reputación dudosa.
La tercera pauta, es que Jesús no le hace ascos a la relación con la gente necesitada de restauración, todo y el escándalo que ello provoca en los fariseos. En imitación, nuestro lugar es donde hay rupturas puesto que somos llamados a ser agentes de restauración.
Finalmente, una cuarta pauta, es que la misericordia, no el juicio ni la condena es lo que ánima el espíritu de Jesús y, consecuentemente, es lo que debe inspirarnos a nosotros también. A juzgar por este pasaje es un corazón compasivo y misericordioso lo que Dios valora, mucho más que un despliegue de religiosidad carente de compasión y sensibilidad hacia un mundo roto.
¿Qué significa para nosotros que Jesús ha venido a buscar los que están enfermos? ¿Qué implicaciones tiene?
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