JESÚS/ EN LO ÍNTIMO/ MATEO 6:16-19

16 Cuando ayunéis, no andéis por ahí con cara triste, como hacen los hipócritas, que ponen gesto de lástima para que todos se enteren de que están ayunando. Os aseguro que ya han recibido su recompensa. 17 Tú, por el contrario, cuando quieras ayunar, lávate la cara y perfuma tus cabellos,18 para que nadie se entere de que ayunas, excepto tu Padre que ve hasta lo más secreto. Y tu Padre, que ve hasta lo más secreto, te recompensará. (Mateo 6:16-18)

Quien aprueba nuestra devoción es el Dios que ve y valora lo más secreto de nuestro corazón. Me da la impresión que en este pasaje Jesús nos advierte acerca del peligro de vivir de cara a la galería, es decir, buscando la aprobación de los demás y también del peligro de ignorar que el Señor conoce hasta los detalles más íntimos de nuestro corazón y es allí donde se libra la batalla de la aprobación o la desaprobación.

Lo importante y determinante no es aquello que otros piensen de mí, sino más bien qué piensa mi Padre que puede ver, evaluar y sopesar lo que los otros no pueden. A los demás puedo venderles una imagen -de hecho todos los que somos usuarios de Facebook nos construimos una imagen, aquella que los otros queremos que tengan de nosotros mismos, como deseamos que nos perciban- al Señor, ¡No! porque como le dijo al profeta Samuel no mira lo externo sino lo interno.

Eso me lleva a pensar si la imagen que proyectamos a los demás en la iglesia concuerda con la que Dios ve en nuestro interior pues, al fin y al cabo, esta última es la que realmente cuenta y vale para el Padre.