CARTA DE PABLO A LOS CRISTIANOS DE ROMA/ INFLUENCIA/ ROMANOS 16: 1-16
Saludad a Filólogo, y a Julia, a Nereo y su hermana, a Olimpo y a los creyentes que están con ellos. (Romanos 16:15)
Pablo está llegando al final de su carta y como era costumbre en la época dedica un espacio a los saludos personales. Me ha sorprendido que en unos pocos versículos, si mis cálculos no son incorrectos, envía recuerdos para alrededor de treinta personas.
Esto me ha llevado a pensar en Pablo, no como el gran apóstol que recorrió el Imperio Romanos de punta a punta llevando el mensaje de Jesús, sino como el seguidor de Jesús que tuvo un impacto en la vida de personas con nombres y apellidos y es tremendo, al menos desde mi punto de vista, que tuviera un impacto en la vida de tantos individuos.
Lo cual, me ha llevado a pensar en qué impacto producen nuestras vidas en las vidas de otros. Me hace preguntarme si somos de estímulo, ánimo y apoyo para otros seguidores de Jesús en su proceso de seguimiento, somos indiferentes -excesivamente preocupados por nosotros mismos- o incluso somos piedras de tropiezo para otros.
Vale la pena pensar al respecto ¿Qué impacto produce nuestra vida? Si no producimos un impacto positivo somos vidas inútiles. La buena noticia es que nunca es tarde para comenzar a impactar a otros.
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