HEBREOS ESTUDIO 10. LA SUPERIORIDAD DEL SACERDOCIO DE JESÚS 2
YO TENGO LAS MISMAS DEBILIDADES
HEBREOS 5:1-3
Todo sumo sacerdote es un hombre escogido para representar a otras personas en su trato con Dios. Él presenta a Dios las ofrendas de esas personas y ofrece sacrificios por los pecados. 2 Y puede tratar con paciencia a los ignorantes y descarriados, porque él también está sujeto a las mismas debilidades.3 Por esa razón, debe ofrecer sacrificios tanto por sus propios pecados como por los del pueblo.
¡Tremendo este pasaje! En el anterior me indicaba que yo podía ir con plena confianza ante Jesús donde recibiría comprensión, empatía, aceptación y gracia de parte de aquel que ha vivido como yo la experiencia humana.
En este se me indica que esa misma debe ser la actitud que yo brinde a todos aquellos que me rodean. Es el típico, trata a otros como tú has sido tratado.
Dice el texto que dado que yo soy estoy sujeto a las mismas debilidades que aquellos a quienes debo de servir y ministrar. Dice además el autor que es precisamente eso, el compartir la fragilidad, la vulnerabilidad, la miseria de una vida caída, lo que, lejos de incapacitarme para el ministerio, me hace útil y permite que mi ministerio tenga sentido y valor porque puedo entender la fragilidad y miseria de aquellos a quienes tengo que ministrar pues, al fin y al cabo, participo de la misma.
Este pasaje me enseña que estoy en el ministerio cristiano no debido a lo que soy, sino precisamente, a pesar de lo que soy. Este pasaje me enseña que no ministro desde una perfección o santidad ficticia que no existe y que no puedo ni debo pretender, antes bien lo hago desde mi fragilidad y debilidad. Este pasaje, en fin, me enseña que en nada puedo considerarme mejor, superior, más digno o más capaz, sino alguien que si se mantiene, si sigue adelante, si continúa en el seguimiento de Jesús es única y exclusivamente por su gracia.
Creo que quien no reconoce y acepta su frágil humanidad está incapacitado para servir a otros y tener un ministerio de compasión. Antes bien, pienso que esa persona atacará el pecado de otros para suavizar la tensión que le produce el suyo propio.
UN PRINCIPIO
MINISTRAMOS DESDE LA VULNERABILIDAD
UNA PREGUNTA
¿QUÉ TE IMPIDE ACEPTAR TU FRAGILIDAD?
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