ESTUDIO 19. CONTRA LOS RICOS OPRESORES
SANTIAGO 5:1-6
1 ¡Oigan esto, ustedes los ricos! ¡Lloren y griten por las desgracias que van a sufrir! 2 Sus riquezas están podridas; sus ropas, comidas por la polilla. 3 Su oro y su plata se han enmohecido, y ese moho será una prueba contra ustedes y los destruirá como fuego. Han amontonado riquezas en estos días, que son los últimos. 4 El pago que no les dieron a los hombres que trabajaron en su cosecha, está clamando contra ustedes; y el Señor todopoderoso ha oído la reclamación de esos trabajadores.[a] 5 Aquí en la tierra se han dado ustedes una vida de lujo y placeres, engordando como ganado, ¡y ya llega el día de la matanza! 6 Ustedes han condenado y matado a los inocentes sin que ellos opusieran resistencia.
Santiago, en mi opinión, no está haciendo una crítica o condena contra los ricos y la riqueza en general. No hay en la Biblia ningún lugar donde se hable en estos términos. Ahora bien, si que creo que el hermano de Jesús, el Señor, está haciendo una clara condena y jucio de aquellos ricos que acumulan y acumulan riquezas sin tener ningún tipo de problema ni preocupación por el sufrimiento y la miseria que producen en miles y miles de personas al llevar a cabo su ansia de poseer más y más sin importar el precio.
Creo que en las actuales circunstancias de crisis mundial este pasaje es muy relevante y adquiere un gran sentido. Para mí, hay varias cosas que aprendo porque creo que se desprenden del mismo. La primera, Dios no es indiferente ante las acciones de unos pocos tiburones financiero que, sin ningún tipo de conciencia moral ni social, se han enriquecido hasta límites insospechados sin tener ningún tipo de preocupación por tanta miseria, sufrimiento, abuso e injusticia que han provocado. Personas que se han enriquecido poniendo a millones en situaciones límites con todas las consecuencias sociales, económicas, familiares, psicológicas que todo eso ha provocado. Segunda, Dios juzga y juzagará y aunque la mayoría de los antes mencionados puedan escapar de la justicia humana, no lo harán de la justicia divina porque el clamor del oprimido ha subido ante el Señor y Él lo tiene en cuenta. Tercera, los seguidores de Jesús deberíamos, no sólo evitar a cualquier precio ese tipo de prácticas, sino en imitación de nuestro Dios condenarlas abiertamente.
UN PRINCIPIO
Dios nos es ajeno ni indiferente al dolor y al sufrimiento causado por los injustos y explotadores.
UNA PREGUNTA
¿Cuál debería ser nuestra actitud ante la crisis económica y financiera?
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