SALMO 94. DIOS NO ES AJENO PERO AVECES LO PARECE



Pero el Señor será my baluarte,
Dios, mi roca de refugio,
les pagará su iniquidad,
los aniquilará por sus maldades;
el Señor nuestro Dios los aniquilará.


Este salmo comienza proclamando que Dios es un Dios de justicia. A continuación afirma cómo los necios olvidan esta realidad, incluso afirman que el Señor ni oye ni ve y, por tanto, pueden entregarse tranquilamente a todo tipo de injusticias y opresiones contra los más débiles, especialmente los más débiles, aquellos que están desvalidos y no hay quién los pueda amparar y defender sus derechos.

Después, como tantas otras veces, el salmista afirma que se hubiera desanimado del todo ante tanta injusticia, dolor y sufrimiento si no se hubiera parado a considerar el carácter del Señor y que, a pesar de su aparente indiferencia, habrá un día en que se encargará de hacer justicia y todo saldrá a la luz y será juzgado. Es precisamente, esa seguridad, la que lleva al poeta a culminar su salmo con las palabras encabezadoras de esta reflexión.

El salmista es, como poco, un ejemplo para mí. Lo es en el sentido en que observa la realidad que hay alrededor suyo y es capaz de ver que el mundo, lleno de dolor, injusticia, sufrimiento y opresión, no es lo que debería ser, no es lo que Dios pensó. Por tanto me encuentro ante un hombre sensible y consciente de su realidad.

En segundo lugar me encuentro con un hombre indignado con esta realidad. No es lo que debería ser y no le gusta, no está de acuerdo. En tercer lugar me encuentro con un hombre que clama para que Dios intervenga y acabe con esta realidad injusta.

Un buen desafío simple y poderoso para la vida de cualquier creyente, observar mi entorno, identificar el sufrimiento y la injusticia, indignarme por ella y clamar al Señor.

Un principio

El creyente que ha conectado con el corazón de Dios no puede ser ajeno al sufrimiento y la injusticia.

Una oración

Clamemos como el salmista por justicia.

Comentarios

  1. Señor, te pido tu misericordia para mi Colombia, que cese la lluvia, hay demasiados damnificados. que todos nos movilicemos a ayudar a estas familias y en medio de esta crisis los Colombianos vuelvan su corazón rendido y obediente a ti. Sé que no eres indiferente, !que nosotros no lo seamos!

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