SALMO 40. DE LA DESESPERACIÓN A LA ESPERANZA


Puse mi esperanza en el Señor,
y Él se inclinó para escuchar mis gritos;
me salvó de la fosa mortal,
me libró de hundirme en el pantano.
Afirmó mis pies sobre una roca;
dio firmeza a mis pisadas.
Hizo brotar de mis labios un nuevo
canto,
un canto de alabanza a nuestro Dios.
Muchos, al ver esto, se sintieron
conmovidos
y pusieron su confianza en el Señor.
¡Feliz el hombre que confía en
Señor!

Este salmo está dividido en tres partes, a mi parecer, muy claras. La primera, es un reconocimiento de la intervención sobrenatural de Dios en medio de la prueba. La segunda, es un compromiso de publicar esa intervención y agradar al Señor llevando a cabo su voluntad. La tercera, es la confianza de que en la próximo prueba Él volverá a intervenir como lo hizo en el pasado.

Este salmo es muy precioso para mí. Aún recuerdo el día en que Dios lo trajo a mi mente de una manera totalmente incomprensible. Sucedió en el contexto de los años más terribles de la adolescencia de nuestros hijos, cuando la desesperación era la moneda corriente y el estado en que a menudo nos sumíamos. Dios trajo este salmo a mis pensamientos y con él la invitación a descansar de forma paciente en Él y su trabajo sobrenatural en la vida y circunstancias de mis hijos.

Las palabras del salmo, hoy en buena parte hechas realidad, me sostuvieron en los difíciles días en que nada hacía prever que las cosas pudieran cambiar y mucho menos evolucionar para bien. Sin embargo, una y otra vez las palabras del salmo dieron fuerza y esperanza a mi vida. Sin duda, esto es aliento para las nuevas crisis que, seguro, la vida traerá.

Un principio

Dios cambia la desesperación en esperanza.

Una oración

Hoy es un buen momento para echar toda la desesperación en las manos de Dios.

Comentarios

  1. Bonito pensamiento propio sobre el salmos 40, me sirve de inspiracion para seguir adelante en la prueba DTB!!!

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