SALMO 35. MAL POR BIEN

Que pagaban mal por bien
dejándome desamparado.

Este salmo es triste. Narra la experiencia de alguien que se siente injustamente tratado por aquellas personas a las que, sorprendentemente, el salmista había tratado con bondad, preocupación y justicia. Estos, le tratan cruda y duramente y buscan sin piedad su destrucción. Ante tal situación lo único que puede hacer el autor del salmo es clamar al Señor, pedir que lo libre, proclamar su justicia y clamar su inocencia. Como tantos otros salmos es brutalmente honesto y directo en el lenguaje. Sin ambajes, David pide que sus enemigos sean destruidos, reciban de parte de Dios lo que merecen por el trato injusto que el proporcionan.

Creo que este salmo sirve para poner palabras a situaciones que todos, en una ocasión u otra, hemos experimentado. Sin excepción han habido situaciones en las que hemos recibido mal en pago por nuestro bien. Situaciones en las que de forma incomprensible hemos sido injustamente tratados, que hemos sido incluso maltratados.

El salmo me enseña que hay momentos en la vida en que la indignación es correcta y adecuada pero, al mismo tiempo, lo único que nos queda es encomendar nuestra causa al Señor quien conoce las auténticas motivaciones de nuestro corazón y nos puede reivindicar.

Un principio

Deja tu causa en las manos de Dios y no ceses de hacer el bien.

Comentarios

  1. El Señor es justo, y si hemos sido maltratados o difamados, lo mejor es tener serenidad, porqué el tiempo del Señor que llegará, hará brillar nuestra razón, nuestra verdad, como el sol de mediodia.

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