MATEO

Este famoso cuadro de Caravaggio muestra el llamamiento de Mateo por parte de Jesús, el pasaje que hoy he leído en el capítulo 9 del evangelio del mismo nombre.
El Maestro llama al recaudador de impuestos y este rápidamente decide seguirle. Su presteza siempre ha sido un motivo de admiración y ánimo para nosotros los creyentes. Sin embargo, hay dos cosas diferentes que llaman mi atención aquí.
La primera, es que justo a continuación Mateo invitó a sus amigos a un cena con Jesús. La importancia del compañerismo con las personas no cristianas alrededor de una mesa y la insistencia nuestra en que la gente vaya a la iglesia. Mateo no se avergonzó de que sus amigos conocieran a Jesús.
La segunda, Jesús no tiene ningún problema de rodearse de personas de mala reputación y, con ello, poner en peligro la suya propia a los ojos de los religiosos. Me siento desafiado a hacer lo mismo. ¿Quiénes son actualmente la gente de mala reputación?
Cuando pienso en aquella cena de Jesús con los amigos de Mateo no me imagino al Maestro sermoneándolos con normas moralizantes, sino hablándoles de cómo conocer al Padre.
Una última cosa me ha llamado la atención, la clara afirmación de Jesús, ¡Lo que Dios quiere es compasión y no sacrificios! ¡Cómo he podido perder esto de vista, el Padre no está interesado en los perfectos sino en los enfermos!
El Maestro llama al recaudador de impuestos y este rápidamente decide seguirle. Su presteza siempre ha sido un motivo de admiración y ánimo para nosotros los creyentes. Sin embargo, hay dos cosas diferentes que llaman mi atención aquí.
La primera, es que justo a continuación Mateo invitó a sus amigos a un cena con Jesús. La importancia del compañerismo con las personas no cristianas alrededor de una mesa y la insistencia nuestra en que la gente vaya a la iglesia. Mateo no se avergonzó de que sus amigos conocieran a Jesús.
La segunda, Jesús no tiene ningún problema de rodearse de personas de mala reputación y, con ello, poner en peligro la suya propia a los ojos de los religiosos. Me siento desafiado a hacer lo mismo. ¿Quiénes son actualmente la gente de mala reputación?
Cuando pienso en aquella cena de Jesús con los amigos de Mateo no me imagino al Maestro sermoneándolos con normas moralizantes, sino hablándoles de cómo conocer al Padre.
Una última cosa me ha llamado la atención, la clara afirmación de Jesús, ¡Lo que Dios quiere es compasión y no sacrificios! ¡Cómo he podido perder esto de vista, el Padre no está interesado en los perfectos sino en los enfermos!
UN PRINCIPIO
Quiero imitar a Jesús en su preocupación por los necesitados y en su compasión hacia ellos.
Quiero imitar a Jesús en su preocupación por los necesitados y en su compasión hacia ellos.
Comentarios
Publicar un comentario