LA REGLA DE ORO. EL SERMÓN DEL MONTE VI
Esta primera parte del capítulo 7, versículos 1 al 13 habla de la archiconocida regla de oro y me plantea un reto muy importante, tratar a los demás como a mí me gustaría ser tratado por otros. En línea con todo lo que enseña el sermón me desafía a ir más allá de lo que se espera de una persona religiosa promedio.
No me pide que trate a los demás bien porque así me han tratado a mí ¡Nada hay de extraordinario en ello! Me pide que de un salto cualitativo y me anticipe y, sin ninguna referencia a lo que la otra persona haga o merezca, tratarla como yo mismo quisiera ser tratado.
No me pide que trate a los demás bien porque así me han tratado a mí ¡Nada hay de extraordinario en ello! Me pide que de un salto cualitativo y me anticipe y, sin ninguna referencia a lo que la otra persona haga o merezca, tratarla como yo mismo quisiera ser tratado.
UN PRINCIPIO
Jesús, ayúdame con esas personas que hay en mi mente que en mi opinión no merecen que les trate bien. Permíteme vivir la regla de oro con ellos.
Jesús, ayúdame con esas personas que hay en mi mente que en mi opinión no merecen que les trate bien. Permíteme vivir la regla de oro con ellos.
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