EL ESTILO DE VIDA DEL SEGUIDOR DE JESÚS X

Esforzaos en hacer el bien ante cualquiera. (Romanos 12:17)

El diccionario define esfuerzo de la siguiente manera: "empleo enérgico del vigor o la actividad del ánimo para conseguir algo venciendo dificultades". Me llama la atención el hecho de que el esfuerzo implica el superar dificultades. Aplicado a la práctica del bien me lleva a pensar en la realidad de que éste no puede llevarse a cabo sin vencer resistencias en mi propia naturaleza, mi propia forma de ser. El bien no es algo natural en el seguidor de Jesús; es un resultado de permitir la acción continua del Señor en nuestras vidas a lo largo del tiempo. El bien en nuestra conducta es el producto de irnos pareciendo más y más al Maestro y esto  es algo totalmente intencional, algo que nosotros decidimos permitir o no. 

Lo que el apóstol no está planteando es que nosotros tenemos que decidir qué actitud vamos a tomar y cómo vamos a manejar las diferentes situaciones de la vida y si vamos a responder a las mismas con la práctica del bien -con el esfuerzo que eso supone- o, por el contrario, vamos a dejarnos llevar por nuestros propios impulsos y eludir reflejar el carácter de Jesús. Santiago, el hermanos de Jesús, afirmó que si alguien identifica el bien, sabe lo que es bueno y no lo hace, comete pecado. Se trata del pecado de omisión, algo en lo que raramente pensamos, creyendo que aunque no hagamos el bien si nos abstenemos del mal ya es suficiente. 

Finalmente vale la pena mencionar el carácter universal de la práctica del bien. Este no se dirige únicamente a los que son nuestros amigos o nos caen bien. En un seguidor de Jesús se caracteriza por lo indiscriminado de su práctica, porque a imagen de Dios este va dirigido a buenos y malos, amigos y enemigos. cercanos y lejanos; es, en definitiva, universal.

¿Quién hay en tu entorno que hoy necesita que practiques el bien -aunque sea esforzándote- con el o ella?