SALMO 9/ REFUGIO EN TIEMPOS DE ANGUSTIA

Sea el Señor refugio del oprimido, refugio en tiempo de angustia. (Salmo 9:11)

Considero que los salmos son la expresión de los estados de ánimo del corazón humano; tienen, con frecuencia, una descarnada y cruda expresión del dolor y del sufrimiento. En ocasiones interpelan al Señor y en otras lo alaban; le plantean preguntas y le muestran su estupefacción, pero también gratitud y confianza. Aquí el salmista hace una gran afirmación, hay momentos en que la única esperanza, el único refugio, el único asidero es el Señor, nada ni nadie puede ayudar.

En nuestro mundo hay literalmente centenares de millones de personas que viven en situaciones extremadamente penosas. Incluso dentro de nuestros países relativamente desarrollados existen bolsas de pobreza y marginación. Y dentro de los estratos en los que las personas viven con cierta holgura y dignidad existen personas que sufren abusos, abandono, injusticia y corrupción. Hay muchísimos de nuestros congéneres que viven sin esperanza de que su situación vaya a cambiar y, lo peor de todo, es que humanamente hablando ¡Nunca lo hará! ¿Cómo puede afrontar la vida aquel que sabe que mañana será, sin remedio, igual o peor que hoy? ¿Cómo puede generar fuerzas aquel que no tiene esperanza en la mejora de su vida o la de sus descendientes? Para muchos lo único que les queda es la afirmación del salmista que el Señor no olvida al oprimido, entiende su dolor y su sufrimiento y lo ampara emocional y espiritualmente. Muchos sólo pueden acogerse al Señor porque no hay nada ni nadie más que pueda ofrecerles aunque sea un refugio espiritual o emocional.

Y yo ¿A quién acudo cuando las circunstancias de la vida -aunque no sean similares ni de lejos a las de los que más sufren y padecen- me asaltan? ¿Cómo experimento a Dios cuando todo a mi alrededor parece derrumbarse y la esperanza desvanecerse? No soy un oprimido, pero si experimento tiempos de angustia; en los mismos quiero exclamar y experimentar que ciertamente Él es mi refugio.

¿Cómo afrontas la angustia? ¿Qué o quién es tu refugio?