TODO PROVIENE DE DIOS
Sigo en Bogotá y sigo la lectura del primer libro de Crónicas. Repite todo el reinado de David. Hoy he leído el capítulo 29 cuando David habla de todos los preparativos económicos que ha hecho para que su hijo Salomón pueda construir el templo para el Señor. David invita al pueblo a contribuir con sus recursos a la construcción del santuario y la respuesta es abrumadora.
David eleva una oración al Señor y el versículo 14 hay unas palabras que me han impresionado, Pues, ¿quién soy yo y qué es mi pueblo para que podamos ofrecerte tantas cosas? E realidad, todo viene de ti y sólo te damos lo que de ti hemos recibido.
Es un principio espiritual muy importante que no quiero olvidar. Todo lo que tengo viene de Dios. Mi salud, mi familia y, naturalmente todos los recursos económicos que poseo. Cuando le doy algo al Señor o contribuyo a la construcción de su Reino simplemente estoy devolviéndole un poco de lo que de Él he recibido y que, en definitiva, a Él le pertenece.
aunque con mucha frequencia tengo que recordarme de este principio espiritual... viviendo con las manos abiertos (tanto para recibir como para dar) es maravilloso.
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