DIOS Y EL MISTERIO
Me supera este saber admirable, tan elevado que no puedo entenderlo. (Salmo 139:6)
Hay cosas que son racionales, es decir, que tienen sentido porque están alineadas con nuestra razón. Hay cosas que, por el contrario, son irracionales, es decir, se oponen a la razón o a la lógica. Pero también hay cosas que son suprarracionales. Son aquellas que están más allá de la razón, por encima de ella, que la excede. No son irracionales, más más allá de esta que es incapaz de abordarlas.
Dios es suprarracional y nos equivocamos cuando intentamos explicarlo o explicarnos su intervención en el mundo en base a la razón y aún más una razón caída, es decir, afectada por el pecado como el resto de las dimensiones de la realidad humana. Sucede que nuestra fe entra en conflicto ante nuestro intento de procesar al Señor desde la razón en vez de abandonarnos al misterio, entendiendo este como la dimensión que la razón no puede alcanzar. David, sin el lenguaje técnico que yo utilizo aquí, lo expresaba con total claridad; demasiado elevado, no puedo entenderlo.

 
 
 
Comentarios
Publicar un comentario