1 PEDRO. CREDIBILIDAD
Portaos ejemplarmente entre los que no son seguidores de Jesús, para que vuestras buenas acciones desmientas las calumnias de quienes os consideran malhechores, y puedan también ellos glorificar a Dios. Porque la voluntad de Dios es que, haciendo el bien, cerréis la boca a los ignorantes e insensatos. (1 Pedro 2:12 y 15)
La credibilidad de una marca (por ejemplo, Apple) se refiere a la reputación que la misma tiene en el mercado. Es la medida en que los consumidores creen que la marca tendrá la capacidad de cumplir lo que promete.
Si lo aplicamos al cristianismo contemporáneo diría que tenemos una profunda crisis de credibilidad ante la sociedad a la que se supone que tenemos que servir. Estudios hechos sobre la fe cristiana muestran que somos percibidos por aquellos que no son seguidores de Jesús como hipócritas (es decir, que fingimos valores diferentes a los que realmente nos mueven) y llenos de juicio hacia aquellos que viven de manera diferente a nosotros. Es curioso, sin embargo, que Jesús no ha perdido credibilidad.
Cuando una marca ha perdido credibilidad es muy difícil recuperarla. Es una cuestión de tiempo, esfuerzo y coherencia en estar a la altura de lo prometido. Pedro, en estos versículos, y Jesús en los evangelios, nos muestran que sólo nuestra práctica continuada, intencional e indiscriminada del bien servirá para dar -si aún es posible- de nuevo credibilidad a la marca cristiana. Sobre nuestras espaldas recae esa sería y, a la vez, desafiante responsabilidad.
¿Cuánta credibilidad o la falta de la misma aportas a la marca?
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