EL ESTILO DE VIDA DEL SEGUIDOR DE JESÚS VII
Si se trata de esforzaos, no seáis perezosos; manteneos espiritualmente fervientes y prontos para el servicio al Señor. (Romanos 12:11)
Los cristianos somos amantes de los debates, especialmente de los superfluos. Se han gastado millones de horas y mares de tinta discutiendo sobre la predestinación y el libre albedrío, el milenio, el dispensacionalismo, los dones espirituales, las formas de gobierno de la iglesia, las mujeres en el pastorado y otros temas similares. Las posturas se defienden de forma apasionada y acalorada y no es difícil que se descalifique a aquel que no piensa como nosotros ni defiende nuestro acercamiento espiritual al tema. Siempre me sorprenden los debates de este tipo que se producen en las redes sociales.
Lo que me extraña es que nunca he visto esta pasión, celo y compromiso para defender las implicaciones prácticas del seguimiento de Jesús. El acaloramiento y el esfuerzo que se invierte en los temas indicados en el párrafo anterior rara vez, por no decir nunca, se dedican a ayudarnos a ser más prácticos, comprometidos y pragmáticos en el día a día y a reflejar el carácter de Jesús y construir su Reino. Pablo habla en este versículo de tres características que deben adornar la vida del seguidor del Maestro: ausencia de pereza, fervor espiritual -entusiasmo- y prontitud para el servicio a otros. Podemos discutir durante horas sobre la predestinación; hacerlo a poco o nada nos compromete. Sin embargo, no podemos hacerlo sobre ninguna de esas tres conductas antes mencionadas sin comprometernos y que las mismas nos comprometan. Como estrategia de disuasión es fenomenal.
¿Si tuvieras que valorarte de 0 (nada) a 10 (excelente) en cada una de esas tres categorías? ¿Qué puntuación te otorgarías?
¡Huy! esto de calificarse a uno mismo......prefiero que lo hagan otros. Para mis adentros busco las mejores puntuaciones que me de el mejor Juez de todos. Jesús es el que me tiene que valorar y puntuar.
ResponderEliminarComo las pequeñas encuestas de valoración que una compañía telefónica te hace después de una llamada para consultar cualquier cosa. Si nos valorarán a nosotros al finalizar el día, cada persona con la que hablamos o interactuamos recibiera esa llamada preguntándoles como fue nuestra relación, nuestra empatía, nuestra amabilidad, nuestra respuesta rápida, etc...
Señor Jesús quiero no perder el tiempo, ni me lo hagan perder, en temas superfluos y que no conducen a nada, abre mis ojos espirituales para ver lo importante de mi relación contigo, a entender más cada día el lenguaje del Espíritu Santo y abre mis ojos para ver las oportunidades para ser como tú a este mundo en el que vivo, para crecer más en las relaciones con los que me conocen y con las personas que se cruzan en mi camino. Ayudarme a crecer como agente de transformación y "célula madre del ADN" de las Buenas Nuevas.