HAGEO/ NOSTALGIA/ HAGEO 2



"Los que vieron el otro templo en todo su esplendor, digan qué les parece éste que ahora tenemos. ¿No les parece que no vale nada comparado con aquel otro? ¡Pero ánimo, Zorobabel! ¡Ánimo, Josué, jefe de los sacerdotes! Y anímense todos ustedes, gentes del país. Trabajen, que yo estoy con ustedes. Yo, el Señor todopoderoso, lo afirmo" (Hageo 2:3 y 4)


Este pasaje es acerca de la nostalgia. Ésta ha sido definida como el sentimiento de añoranza por la felicidad de un lugar o tiempo pasado. Es una mirada hacia atrás que nos hace desear regresar, estar, volver a vivir aquel tiempo o aquella situación. La nostalgia no es necesariamente mala, forma parte de nuestra vida que tiene la capacidad de recordar buenos tiempos, buenas gentes y buenas experiencias. Sin embargo, la nostalgia es mala cuando nos atrapa, cuando nos lleva a pensar y considerar que el pasado es el tiempo donde queremos o deberíamos vivir, cuando nos impide disfrutar el presente y movernos hacia el futuro. Muchas personas, incluidos muchos seguidores de Jesús viven en una nostalgia permanente.

Hageo habla precisamente de esto en este capítulo. El nuevo templo era una choza en comparación con el antiguo construido por Salomón ¡Nada que ver! Sin embargo, al Señor no parece preocuparle en absoluto la situación presente y, como ya hizo en el capítulo anterior vuelve a reafirmar su promesa ¡Yo estoy con vosotros! Y les reta a olvidar la nostalgia, a dejar de mirar al pasado, a dejar de deprimirse y lamentarse porque las cosas no son como acostumbraban a ser y orientarse hacia el futuro ¡Trabajad afirma el Señor, yo estoy con vosotros!

El pasado es bueno, hemos de celebrarlo, reconocerlo y... dejarlo atrás. El pasado no nos debe secuestrar emocionalmente e impedir ver a Dios hoy y mañana y movernos -en forma figurada- hacia la tierra prometida. La nostalgia hace que el pasado quede distorsionado y aparezca como más brillante, bonito, y bueno de lo que era, recordemos que los israelitas llegaron, en su nostalgia, a considerar que no había nada mejor que la esclavitud de Egipto. Tiene sentido porque la nostalgia nubla nuestra percepción de la realidad pasada y, lo que es peor, nos impide ver al Señor en el hoy y en el mañana.


¿Cómo puedes manejar la nostalgia en tu vida?

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