SEGUNDA CARTA DE PABLO A LOS CORINTIOS/ CEGADOS/ 4:1-6

3 Y si el evangelio que anunciamos está como cubierto por un velo, lo está solamente para los que se pierden. 4 Pues como ellos no creen, el dios de este mundo los ha hecho ciegos de entendimiento, para que no vean la brillante luz del evangelio del Cristo glorioso, imagen viva de Dios. (2 Corintios 4:3-4)

Esta afirmación de parte del apóstol es, en mi opinión, muy importante a la hora de entender el proceso de evangelizar (aunque yo prefiero llamarlo el proceso de invitar a otros a seguir a Jesús) porque nos puede orientar en las pautas que deberíamos seguir.

Según Pablo hay un problema espiritual -no intelectual- de fondo, y este consiste en el hecho de que Satanás a cegado o bloqueado la capacidad de las personas para entender el mensaje de salvación. Si esto es cierto, entonces el proceso de compartir el mensaje debe tener esta realidad en cuenta y ser consciente que más información y argumentación por parte nuestra no cambiará para nada las cosas.

¿Qué pues debemos hacer? Bueno, entender que Dios, por medio de su Espíritu, es el único que puede desbloquear esa situación. Que nuestra responsabilidad es unirnos a Él por medio de una comunicación clara y relevante desde el punto de vista cultural del evangelio y, finalmente, confiando que Dios hará su trabajo sobrenatural en la vida de los oyentes. 

Yo me esfuerzo por explicar, pero nunca por convencer. Esa no es mi responsabilidad, le corresponde al Espíritu Santo de Dios.