PRIMERA CARTA DE PABLO A LOS CRISTIANOS DE CORINTO/ APRENDER MEDIANTE LA REFLEXIÓN/ 10:1-11

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Todo aquello sucedió para servirnos de ejemplo a nosotros: para que no corramos tras el mal, como ellos corrieron. (1 Corintios 10:6)

Estas palabras de Pablo están enmarcadas en el contexto de su explicación de la experiencia del pueblo de Israel en el desierto y cómo fueron rebeldes, desobedientes y desagradaron al Señor.

Lo cierto es que la naturaleza humana tan apenas ha cambiado y nuestras tendencias hacia el mal siguen intactas, únicamente esperan el momento oportuno, las circunstancias propicias para manifestarse. Nuestra predisposición para luchar contra Dios, rebelarnos, desobedecerle y abocarnos a tendencias autodestructivas sigue presente en cada ser humano. 

Pablo nos pide que reflexionemos -inclinarse hacia atrás para ganar perspectiva- acerca de la experiencia de los israelitas y podamos, en la medida de lo posible, aprender de la misma y de forma intencional y proactiva buscar el bien y huir del mal. Me gusta el acento que el apóstol pone en la intencionalidad y que conecta con el pasaje de ayer acerca de la disciplina en la vida cristiana. Nuevamente vemos que apartarse del mal y, consecuentemente, buscar el bien, es un acto de la voluntad fruto de nuestra intencionalidad.

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