Estos tres capítulos narran la ida de los hermanos de José en busca de alimentos a Egipto y todos los acontecimientos que desembocan en la reconciliación familiar.
Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. (Lucas 18:13) La frase se propicio, que podría ser traducida por "sé favorable, ten compasión, ten piedad", deriva del propiciatorio, la parte del altar en el templo donde se vertía la sangre de los animales que habían sido sacrificados para el perdón de los pecados. De tal manera que cuando Dios miraba el propiciatorio, ya no veía el pecado de la persona sino la sangre inocente que había sido vertida para que el pecador pudiera ser perdonado. Al ver esa sangre el Señor podía mirar de forma propicia, es decir, con compasión, misericordia y favor al pecador ya que su justicia divina había sido satisfecha. Es por eso que se dice de Jesús que Él es la propiciación por nuestros pecados. Esto es de suma importancia porque indica que cuando Dios nos mira ya no ve nuestro pecado, ve la sangre de Jesús derramada en nu...
"Yo soy el que sondea las conciencias y los corazones y el que dará a cada uno de vosotros según su merecido". (Apocalipsis 2:23b) Cualquiera que conduce sabe (o debería saber) de la existencia de puntos ciegos en nuestros espejos retrovisores. Hay partes de la realidad que no podemos ver y, sin embargo, están ahí. Lo mismo pasa con la vida cotidiana, todos tenemos puntos ciegos. Partes de nuestra realidad que no percibimos pero que pueden ser percibidos por otros y que, sin duda, son percibidos por Dios. El punto ciego, por lo general tiene una connotación negativa. En la conducción puede dar lugar a un accidente, en nuestras vidas a hacernos daños a nosotros mismos u otros. Esos puntos ciegos sólo pueden ser evitados recibiendo retroalimentación por parte de otros. Ahora bien, pues ser que otros no se atrevan a dárnosla o nosotros estemos dispuestos a recibirla porque nuestra débil identidad no sabrá cómo manejarla. Pero Dios si ve y quiere y puede darnos retroalimentació...
Pero antes de que el muchacho terminara de hablar, el padre llamó a los sirvientes y les dijo: "¡Pronto! Traed la mejor ropa y vestidlo. Ponedle un anillo, y también sandalias. ¡Matad al ternero más gordo y hagamos una gran fiesta, porque mi hijo ha regresado! Es como si hubiera muerto, y ha vuelto a vivir. Se había perdido y le hemos encontrado." (Lucas 15:22-24) Cuando el ser humano tomó la decisión de independizarse de Dios y su autoridad, perdió su identidad. Se convirtió en un proyecto de humanidad fracasado, fallido. No somos el tipo de ser humano que el Señor creó, que tenía en mente; somos la piltrafa en que el pecado nos ha convertido. Hemos tratado, o tal vez continuamos haciéndolo, de construir una identidad con los materiales disponibles en las sociedad que nos ha tocado vivir y no parece que hayamos tenido excesivo éxito en el empeño. Necesitamos volver a la cultura de la época para entender el significado simbólico de los actos llevados a cabo p...
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