HECHOS 55. EL MINISTERIO DE PABLO. EL TERCER VIAJE MISIONERO 5
4 Varios hombres viajaban con él. Sus nombres eran Sópater, hijo de Pirro, de Berea; Aristarco y Segundo, de Tesalónica; Gayo, de Derbe; Timoteo; también Tíquico y Trófimo, de la provincia de Asia.5 Ellos se adelantaron y nos esperaron en Troas. 6 Finalizada la Pascua,[b] subimos a un barco en Filipos de Macedonia y, cinco días después, nos reencontramos con ellos en Troas, donde nos quedamos una semana.
Después del famoso alboroto en la ciudad de Efeso Pablo considera que es más seguro marchar hacia otras zonas y seguir su trabajo de compartir la buena noticia acerca de Jesús. El pasaje, de gran brevedad, nos indica el recorrido que llevó a cabo y quienes fueron sus acompañantes.
En los pocos versículos de este texto se nos dice que Pablo alentó y animó a los seguidores de Jesús de las diferentes zonas que visitó. Precisamente, en estas palabras está para mí el punto central y la enseñanza de este pasaje, alentar y animar.
Considero que la vida es lo suficientemente dura, difícil y pesada como para que nuestras vidas todavía añadan más pesadumbre y dificultad a las mismas. Pienso, y es el mensaje para mí de este pasaje, que debemos ser gente que en todo momento anime, conforte, ayude y sea de estímulo para todos aquellos que nos rodean. En definitiva, vivir la vida en clave de bendición, aligerando, en la medida en que nos sea posible, la dura carga que mucha gente a nuestro alrededor lleva.
Un principio
Vivir la vida en clave de bendición
Una pregunta
¿Aligeras o cargas más la vida de los demás?
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