VOLVEOS A MÍ
Ya en Barcelona ¡Gracias a Dios! y experimentando el jet lag sigo la lectura del libro del profeta Ezquiel. En el capítulo 14 he leído unos versículos que me han llevado a meditar seriamente acerca de mi vida y examinar mi interior.
El profeta dice de parte de Dios, Esto dice el Señor: Volveos a mí, apartaos de vuestros ídolos y dejad todas esas cosas detestables (14:4)
El profeta dice de parte de Dios, Esto dice el Señor: Volveos a mí, apartaos de vuestros ídolos y dejad todas esas cosas detestables (14:4)
Me ha hecho pensar dos cosas. Primero, qué ídolos permito en mi vida, cuáles son las cosas que ocupan el lugar que le corresponde a Dios. Puedo pensar varias.
Segundo, qué cosas detestables, qué pecados permito en mi vida y debo ser serio en cuanto a ello. También puedo pensarlo.
Lo cierto es que el Señor es claro, volverse a Él significa tener que lidiar con las cosas que, tan a menudo, permitimos que tomen control y echen raíces en nuestras vidas.
Segundo, qué cosas detestables, qué pecados permito en mi vida y debo ser serio en cuanto a ello. También puedo pensarlo.
Lo cierto es que el Señor es claro, volverse a Él significa tener que lidiar con las cosas que, tan a menudo, permitimos que tomen control y echen raíces en nuestras vidas.
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