COMO SI FUERA DIOS
Pues, en aquel tiempo , pedir un consejo a Ahitofel era como consultar la palabra de Dios. Tal era el prestigio de Ahitofel, tanto para David como para Absalón. (2 Samuel 16:23)
Ahitofel era uno de los poderosos consejeros políticos de David que después no tuvo ningún inconveniente en pasarse de bando y apoyar la rebelión político-militar de Absalón contra su padre David. Por lo que sabemos y nos dice la misma Escritura debía ser un hombre muy sabio, sagaz y astuto en sus consejos. De hecho, si Absalón los hubiera seguido habría podido acabar con el ejército de su padre y no haber, finalmente, resultado vencido él mismo.
Sin embargo, según mi opinión, no deja de haber un tono de ironía y sarcasmo, tal vez incluso advertencia, en la afirmación de la Biblia acerca del valor de los consejos de aquel hombre.
Me hace pensar que es bueno y necesario tener buenos consejeros a nuestro alrededor. Gente a quien podamos consultar y nos ayuden a a tener una buena perspectiva de las cosas. Sin embargo, el consejo de esas personas siempre deberá ser medido contra la Palabra de Dios que, al fin y al cabo, es nuestra última fuente de consejo, guía y orientación. Desconocerla nos hace quedar a merced del consejo de otros, que puede ser, en algunos casos buenos, en otros malos.
Ahitofel era uno de los poderosos consejeros políticos de David que después no tuvo ningún inconveniente en pasarse de bando y apoyar la rebelión político-militar de Absalón contra su padre David. Por lo que sabemos y nos dice la misma Escritura debía ser un hombre muy sabio, sagaz y astuto en sus consejos. De hecho, si Absalón los hubiera seguido habría podido acabar con el ejército de su padre y no haber, finalmente, resultado vencido él mismo.
Sin embargo, según mi opinión, no deja de haber un tono de ironía y sarcasmo, tal vez incluso advertencia, en la afirmación de la Biblia acerca del valor de los consejos de aquel hombre.
Me hace pensar que es bueno y necesario tener buenos consejeros a nuestro alrededor. Gente a quien podamos consultar y nos ayuden a a tener una buena perspectiva de las cosas. Sin embargo, el consejo de esas personas siempre deberá ser medido contra la Palabra de Dios que, al fin y al cabo, es nuestra última fuente de consejo, guía y orientación. Desconocerla nos hace quedar a merced del consejo de otros, que puede ser, en algunos casos buenos, en otros malos.
Comentarios
Publicar un comentario