BUEN CONSEJO
Sigo con la lectura del primer libro de Samuel. El capítulo 25 narra la historia de Nabal, su mujer Abigail y la relación que ambos tuvieron con David.
David había estado protegiendo a los pastores y rebaños de Nabal y este, en vez de ser agradecido por ello, despreció a David y se negó a darle alimentos y provisiones.
David montó en cólera y decidió hacer una expedición de exterminio prometiéndose a sí mismo que al amanecer del día siguiente no quedaría ningún varón con vida en la casa de Nabal, incluídos sus criados.
Abigail tuvo conocimiento de la torpeza y estupidez conque había actuado su marido y el peligro en que se encontraba su casa y familia y decidió llevarle a David las provisiones que había pedido y trató de disuadirlo de sus intenciones violentas. En el versículo 32 del capítulo 25 podemos leer:
David le contestó: ¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que te ha enviado hoy a mi encuentro! ¡Bendita tu sensatez y también tú que he has impedido hoy derramar sangre y tomarme la justicia por mi mano! ¡Te juro por el Señor, Dios de Israel, que me ha impedido hacerte daño, porque si tú no te hubieras apresurado en salir a mi encuentro, al amanecer no le habría quedado vivo a Nabal ni un solo varón.
La sabia intervención de Abigail impidió que David, llevado por la furia y la ira, consumara una masacre que, sin duda, le habría repercutido a él y habría sido un pecado a los ojos de Dios. Abigail, como el mismo David reconoció, fue sensata y supo desactivar una peligrosa crisis.
Me hace pensar en la importancia de contar a mi alrededor con gente sensata que, cuando pierdo el norte, cuando las emociones o las circunstancias me empujen a hacer cosas de las que pueda arrepentirme, me ayuden a desactivar las crisis.
Del mismo modo, me hace pensar en que debo actuar del mismo modo con mis amigos. Lejos de echar más gasolina al fuego, debo ayudarles a actuar con sensatez y cordura.
David había estado protegiendo a los pastores y rebaños de Nabal y este, en vez de ser agradecido por ello, despreció a David y se negó a darle alimentos y provisiones.
David montó en cólera y decidió hacer una expedición de exterminio prometiéndose a sí mismo que al amanecer del día siguiente no quedaría ningún varón con vida en la casa de Nabal, incluídos sus criados.
Abigail tuvo conocimiento de la torpeza y estupidez conque había actuado su marido y el peligro en que se encontraba su casa y familia y decidió llevarle a David las provisiones que había pedido y trató de disuadirlo de sus intenciones violentas. En el versículo 32 del capítulo 25 podemos leer:
David le contestó: ¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que te ha enviado hoy a mi encuentro! ¡Bendita tu sensatez y también tú que he has impedido hoy derramar sangre y tomarme la justicia por mi mano! ¡Te juro por el Señor, Dios de Israel, que me ha impedido hacerte daño, porque si tú no te hubieras apresurado en salir a mi encuentro, al amanecer no le habría quedado vivo a Nabal ni un solo varón.
La sabia intervención de Abigail impidió que David, llevado por la furia y la ira, consumara una masacre que, sin duda, le habría repercutido a él y habría sido un pecado a los ojos de Dios. Abigail, como el mismo David reconoció, fue sensata y supo desactivar una peligrosa crisis.
Me hace pensar en la importancia de contar a mi alrededor con gente sensata que, cuando pierdo el norte, cuando las emociones o las circunstancias me empujen a hacer cosas de las que pueda arrepentirme, me ayuden a desactivar las crisis.
Del mismo modo, me hace pensar en que debo actuar del mismo modo con mis amigos. Lejos de echar más gasolina al fuego, debo ayudarles a actuar con sensatez y cordura.
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