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JESÚS, PRÓJIMO

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Pero queriendo él justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo? (Lucas 10:29) Lucas recoge un diálogo entre Jesús y un maestro de la ley. Si hubiera que ponerle título al mismo podría ser: "Cristianismo básico". Jesús hace un brillante resumen de lo que significa la fe, su esencia, su médula, lo básico, lo no negociable. Simplemente es amar a Dios y al prójimo. Todo se resume única y exclusivamente en eso. Más claro, agua. Confrontado con la respuesta de Jesús y, tal y como nos indica Lucas, con la intención de justificarse a sí mismo le pregunto acerca de a quién debía considerar su prójimo. El concepto de un judío acerca de su prójimo era tremendamente limitado. En primer lugar tenía que ser únicamente judío. Un gentil no era considerado como prójimo. Un medio judío, como eran los samaritanos, era aún más despreciable. Pero el hecho de pertenecer al pueblo de Israel no garantizaba el tratamiento de prójimo. Cobradores de impuestos, pecadores y ...

JESÚS, ELECCIÓN

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No me elegisteis vosotros a mí; fui yo quien os elegí a vosotros. (Juan 15:16) Recuerdo  perfectamente mis días en la escuela primaria y secundaria allá en la ciudad de Zaragoza. A la hora del recreo acostumbrábamos a jugar a fútbol entre los compañeros de clase. Los mejores jugadores se convertían automáticamente en líderes y por turnos iban escogiendo a aquellos que querían que jugaran en su equipo. Naturalmente el proceso natural de selección consistían en escoger primero a los que mejor jugaban. Poco a poco sólo iban quedando los que peor jugaban o... los inútiles que no sabíamos jugar y que éramos más un estorbo que una ayuda; o al menos así nos percibíamos a nosotros mismos. No era nada bueno para mi autoestima ver la cara de decepción del capitán que no tenía más remedio que cargar conmigo en su equipo. Aquellos que éramos como yo nunca fuimos escogidos, simplemente era lo que quedaba y no había más remedio que tenernos en el equipo, le gustara o no al capi...

JESÚS, LLENO DE GRACIA Y VERDAD 2

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Porque la ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos vinieron por medio de Jesucristo. (Juan 1:17) La verdad acerca de nosotros mismos puede ser muy difícil de aceptar, demasiado dolorosa para reconocerla. ¿Qué hacemos con ella si la admitimos y asumimos? ¿Cómo vamos a poder vivir con ese monstruo que hay dentro de cada uno de nosotros? ¿Quién querrá aceptar y amar a alguien que expone su realidad pura y dura? Todos esos miedos nos llevan a preservar nuestra realidad y tratar de negarla o maquillarla usando todos los recursos ya mencionados. Por eso Jesús no viene únicamente lleno de verdad sino también lleno de gracia. La gracia consiste en amar a alguien no por lo que es, sino a pesar de lo que la persona es. La gracia conoce la realidad de la persona y decide amarla a pesar de que la misma le haga inmerecedor, indigno de ser amado. Por eso Jesús no viene únicamente lleno de verdad, lo hace también lleno de gracia. El Maestro, una vez s...

JESÚS, LLENO DE GRACIA Y VERDAD

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Y la Palabra se encarnó y habitó entre nosotros; y vimos su gloria, la que corresponde como Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad. (Juan 1:14) Alcohólicos Anónimos y cualquier otro grupo de ayuda que acompaña a las personas en los procesos de lucha contra las adicciones, afirman que la  sanación no es posible hasta que la persona no acepta plena y totalmente su verdad y la responsabilidad que de ella se deriva. Hay un momento en que clara y abiertamente se ha de afirmar que se es dependiente del alcohol y que esa dependencia no sólo afecta a la persona sino a todo su entorno. Esa verdad se ha de aceptar sin excusas, justificaciones o racionalizaciones. Uno es responsable. La culpa no la tienen los demás, las circunstancias, la vida, los padres, etc. Hay muchas cosas que probablemente pueden explicar pero nunca justificar la verdad. Pero esa verdad es, con demasiada frecuencia, muy dura de aceptar, incluso dolorosa. Esa es la razón por la cual el adicto g...

JESUS Y LAS MUJERES

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La mujer le dice:  — Yo sé que el Mesías (es decir, el Cristo) está por llegar; cuando venga nos lo enseñará todo. Jesús, entonces, le manifiesta: — El Mesías soy yo, el mismo que está hablando contigo. (Juan 4:25-26) Ha existido durante siglos la perspectiva de interpretar el cristianismo a través de los ojos del apóstol Pablo. No es de extrañar que haya pensadores que afirmen que él fue el auténtico inventor de la fe cristiana. Fruto de esa manera de visualizar la fe ha sido el tratamiento que el papel de la mujer ha tenido y continua teniendo en muchas confesiones y denominaciones cristianas. "La mujer calle en la congregación", una única y simple frase del apóstol, apoyada por unos cuantos versículos aquí y allá, ha generado doctrina acerca de un lugar secundario de la mitad de la humanidad en la comunidad de fe. Mi propuesta no es para nada novedosa. Se trata de interpretar a Pablo a través de Jesús en vez del tan extendido hábito de hacer lo contrario. Es el ...

JESÚS, FE DONDE SE SUPONE NO LA HAY

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Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la multitud que le seguía:  Os digo que ni aun en Israel he hallado una fe tan grande .   Y cuando los que habían sido enviados regresaron a la casa, encontraron sano al siervo. (Lucas 7: 9-10) En las páginas de los evangelios es difícil ver a Jesús maravillarse por alguna cosa. Hay una situación en la que el Maestro expresa esa respuesta emocional, pero lo hace ante la incredulidad de la gente de Nazaret, sus propios paisanos. Debido a ello no pudo llevar a cabo allí ningún milagro como lo había hecho en otros lugares. En este pasaje Jesús expresa su admiración ante la fe que tiene aquel hombre. Sin embargo, no se trataba de una persona cualquiera. Era un gentil, es decir, alguien que no pertenecía al pueblo escogido y, por tanto, dentro de lo que era el pensamiento teológico judío alguien que estaba destinado a la condenación. Además, para añadir más leña al fuego, era un oficial del ejército romano de...

JESÚS, DIOS, PADRE 4

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... y hagamos fiesta celebrando un banquete. Porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; se había perdido y lo hemos encontrado. Y comenzaron a hacer fiesta. (Lucas 15:23-24) El regreso del hijo al hogar merece una celebración por todo lo alto. Por lo que sabemos de la historia hubo buena comida, música, canciones y, con toda seguridad, pues el relato sucede en oriente, buen vino. Sin duda un final inesperado para la historia. Con respecto al sorprendente desenlace del relato el escritor Albert E. Bailey escribe lo siguiente: "Intente, si le apetece, inventar un final diferente para esta historia. Haga que aquel viejo rechace de entrada a su hijo; hágalo erguirse dignamente y pedirle a aquel granuja pruebas de su cambio de corazón; haga que predique un sermón sobre la promiscuidad antes de que otorgue el beso del perdón; haga que el padre le tome la palabra al hijo penitente -como ampliamente se merece- y esté durante un año o dos con los esclavos, h...