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EN LO OCULTO

Escribo nuevamente desde Cali en Colombia y sigo con la lectura del libro de Ezquiel. Hoy he leído el siguiente versículo en el capítulo 8, ¿ves lo que hacen en secreto los ancianos israelitas, cada uno en el nicho de su ídolo? Piensan que yo no los veo, que ha abandonado el país. Este pasaje me ha llevado a pensar en el contraste entre la vida pública y la privada. Lo que somos en lo privado es lo que auténticamente somos. Cuando estamos tranquilos, relajados en la soledad e intimidad de nuestra habitación o nuestros pensamientos es cuando somos nosotros mismos. Y allí, en esa intimidad es cuando se revela mi auténtica personalidad, mi auténtico yo y, a pesar de que, tan a menudo, ni tan sólo soy consciente, el Señor ve y observa mi auténtica personalidad, mi auténtico ser. Es cierto, hay ocasiones en que pienso que Dios no ve, que ha abandonado el país y puedo hacer lo que quiera, ser quien quiera ser. Mi deseo es que el exterior y el interior cada vez sean más similares, supongo qu...

¿SOY PEOR?

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Desde Cali , Colombia sigo con mi lectura del libro de Ezequiel. Hoy he leído unas palabras que me han llevado a pensar acerca de mi propia situación personal. Dios habla al profeta con relación al pueblo de Judá y le dice: se rebeló contra mis leyes y mandatos y ha resultado peor que los pueblos y naciones de su alrededor, pues no obedece mis leyes ni sigue mis mandatos (5:6) ¿Me diferencio de la gente a mi alrededor? ¿Es mi vida diferente de la de aquellos con los que convivo? ¿Busco activamente ser un agente de restauración? ¿Me conformo con ser simplemente religioso y moralmente correcto? La verdad es que me hace pensar y me preocupa no estar cayendo en un conformismo pequeñoburgués , preocupado por mi bienestar, desentendido del mundo necesitado y justificando todo ello.

TESTIGO DEL SEÑOR

Hoy comienzo la lectura del libro del profeta Ezequiel. Los tres primeros capítulos hablan acerca de cómo este hombre fue llamado para ser un profeta en medio de su pueblo. La responsabilidad que Dios le da no deja de ser "interesante", le llama a llevar a cabo su tarea en medio de un pueblo que será rebelde y que no tendrá en cuenta ni su testimonio ni su mensaje de advertencia. Sin embargo, a pesar de todo, Dios le pide fidelidad en su tarea: Tú, hijo de hombre, no tengas miedo de ellos ni de lo que dicen, aunque sea como vivir entre cardos, espinas y escorpiones. No tengas miedo de sus palabras, ni de su apariencia porque son unos rebeldes. Tienes que llevarles mi mensaje, no importa que por su rebeldía no te escuchen ni cambien su conducta. (Ezequiel 2:6 y 7) Al leer estas palabras he pensado en mi propia vida y la necesidad de ser un agente de restauración en este mundo tan roto y tan fracturado sin importar si las personas son receptivas o no, soy llamado a ser fiel a D...

LA FIDELIDAD DEL SEÑOR

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Hoy he leído los tres últimos capítulos del libro de Lamentaciones escritos por Jeremías. El pasaje que me ha impactado habla acerca de la fidelidad de Dios. No son necesarios los comentarios, habla por sí solo. Hasta he llegado a pensar que ha muerto mi firme esperanza en el Señor. Recuerdo mi tristeza y soledad, mi amargura y sufrimiento; me pongo a pensar en ello y el ánimo se me viene abajo. Pero una cosa quiero tener presente y poner en ella mis esperanza: El amor del Señor no tiene fin, ni se han agotado sus bondades. Cada mañana se renuevan; ¡Qué grande es su fidelidad! Y me digo: ¡El Señor lo es todo para mí; por eso en él confio! El Señor es bueno con los que en él confían, con los que a él recurren. Es mejor esperar en silencio que el Señor nos ayude. Es mejor que el hombre se someta desde su juventud. (Lamentaciones 3:19-27)

EGIPTO SERÁ DESTRUIDO

Hoy he leído los capítulos 45 al 47 de Jeremías. En ellos se habla de la destrucción de Egipto pofetizada por el Señor. Lo interesante es que Egipto era el país en el que los habitantes de Judá habían depositado sus esperanzas para poderse salvar del asedio de Nabuconodosor, el rey de Babilonia. El Señor les advierte que su esperanza es en vano porque el ejército egipcio, la base de su esperanza, será destruido por los babilonios. Me ha hecho pensar en cuántas cosas yo confío y pongo mi esperanza y serán o quedarán destruidas sin remedio. Me desafía a darme cuenta que mi esperanza sólo puede estar en el Señor.

¿Y SI NO ME GUSTA?

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El capítulo 42 de Jeremías narra una situación interesante. Después de la caída de Jerusalén tan sólo quedan unos pocos judíos habitando en el reino y no saben muy bien qué hacer. Consecuentemente decidieron pedirle a Jeremías que intercediera por ellos al Señor a fin de que, nos enseñe el camino que debemos seguir y lo que debemos hacer. Además, le insistieron al profeta, que el Señor tu Dios sea testigo fiel y verdadero en contra nuestra, si no hacemos lo que El te encargue decirnos. Nos guste o no nos guste su respuesta, obedeceremos al Señor nuestro Dios, a quien te hemos pedido que recurras, para que así nos vaya bien. Sin embargo, la respuesta de Dios no gustó al pueblo y decidieron hacer de forma contraria a lo que El les dijo por medio del profeta Jeremías. Esto me ha hecho pensar en mi propia vida y cómo reacciono ante las cosas de Dios que no me gustan. Cuál es mi actitud cuando lo que me pide que haga, por diferentes razones, no me satisface, me afecta o me obliga a...

LA PALABRA DEL SEÑOR SE CUMPLE

Voy a hacer que se cumplan las palabras que pronuncié contra esta ciudad. (Jeremías 39:16) Y así pasó. La palabra del Señor, que tantas veces se había pronunciado por medio del profeta Jeremías, acerca de la destrucción y caída de Jerusalén se cumplió y las tropas de Nabuconodosor, rey de Babilonia, la ocuparan y destruyeron. Leía estas palabras justo después de haber escuchado que se cumplía el 20 aninversario de la caída del muro de Berlín. Me hizo pensar en cómo Dios siempre lleva a cabo sus planes en la historia y cómo sus propósitos siempre se llevan a cabo. Nadie de nosotros podía pensar hace 2o años cómo la historia europea iba a cambiar y el muro de Berlín y todo el bloque soviético iba a desaparecer. Dios siempre cumple sus planes y esa es nuestra seguridad aumque, a menudo, no sepamos cómo lo llevará a cabo.