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CIELOS Y TIERRA NUEVA

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Pues voy a crear un nuevo cielo, junto con una nueva tierra. No rememorarán lo de antaño, ya no será recordado. (Isaías 65:17) Estos días con tanta violencia a nuestro alrededor, con tanto sufrimiento, en Ucrania, Palestina, Sudán y en otras guerras ya olvidadas pero todavía generando muerte, es importante y necesario para nuestra salud mental recobrar de nuevo la perspectiva bíblica. Todo el capítulo 65 de Isaías expresa cómo será la venida del Reino a este mundo tan necesitado. Es un pasaje que anticipa los últimos capítulos de Apocalipsis y que nos ayuda a visualizar lo que le pedimos a Dios cuando oramos anhelando que venga su Reino. No podemos sucumbir a la visión catastrofista del mundo. Necesitamos recobrar la visión de que la historia se dirige hacia una culminación en la que las cosas serán como nunca debieron de dejar de ser. Y esta perspectiva recobrada nos impulsa a participar activamente en esa misión de contribuir a que el Reino venga en las esferas donde cada uno de noso...

ESENCIAL

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  Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu inteligencia. Este es el primer mandamiento y el más importante. Pero hay un segundo mandamiento que es parecido a este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. (Mateo 22:37) Los seres humanos tenemos la increíble capacidad de convertir en complicado lo más simple. Al leer estas palabras del Maestro me parece que seguirlo es algo bien sencillo que tiene dos claras dimensiones que la misma Palabra explica cómo aplicarlas. Primera dimensión, amar a Dios. El propio Jesús explicó que amarlo no tiene nada que ver con un sentimentalismo azucarado. Si me amáis, afirma Él, guardad mis mandamientos. Así de sencillo que no significa que no sea costoso y desafiante. La segunda dimensión, amar al prójimo. También el Señor nos explica lo que eso significa en el día a día. Hacer el bien a todos de manera intencional y proactiva, no perder ninguna oportunidad de bendecir a todo hijo de vecina, tanto si lo merece como si no...

EL REINO QUITADO

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  Por eso, os digo que el reino de Dios se os quitará a vosotros y será entregado a un pueblo que produzca los frutos que corresponden al Reino. (Mateo 21:43) René Descartes, el filósofo francés de la ilustración, afirmó: "pienso luego existo" indicando de este modo que el centro del ser humano es su intelecto, que somos, ante todo, seres pensantes. Esto, como tantas cosas ajenas al Evangelio se nos ha pegado en nuestra forma de entender la fe. Por eso, damos tanto énfasis a las doctrinas, la teología y hay tantos inquisidores digitales buscando a quien quemar. Jesús siempre enfatiza los frutos y estos nacen, como Él mismo afirma, del corazón. Seremos conocidos por nuestros frutos, nos ha llamado para que demos fruto, glorificamos al Señor cuando damos fruto, etc., etc. Esta muy bien toda la pureza doctrina pero si no produce fruto no sirve para nada. Es más, hay la seria advertencia de Jesús que el reino nos será arrebatado y dado a otros que extrañamente están dando el frut...

LO QUE DIOS DESEA

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  Este es el ayuno que deseo: abrir las prisiones injustas, romper las correas del cepo, dejar libres a los oprimidos, destrozar todos los cepos; compartir tu alimento con el hambriento, acoger en tu casa a los vagabundos, vestir al que ves desnudo, y no cerrarte a tus semejantes. (Isaías 58:6-7) Dios, a través del profeta, indica que la verdadera religiosidad siempre tiene que estar orientada hacia el prójimo, porque el Señor no necesita nada de nosotros y el prójimo si. Jesús se hizo eco de las palabras del profeta cuando afirmó que Su deseo era misericordia -algo que va orientado hacia el prójimo- en vez de sacrificios -algo que va orientado hacia Dios-. Santiago, el hermano de Jesús afirmó que la auténtica religión es aquella que se orienta hacia el vulnerable. Tiene todo el sentido del mundo y está en coherencia con todo lo que enseña la Escritura. Abrahán fue elegido para bendecir a las naciones; Israel fue llamado para bendecir a las naciones; la iglesia es formada para bend...

¿SATISFACCIÓN?

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  ¿Por qué os fatigais en lo que no sacia? (Isaías 55:2) ¡Qué pregunta tan incisiva! Desde Génesis 3, cuando decidimos declararnos autónomos en independientes con respecto a Dios, seguimos buscando un sentido de propósito, identidad, valor y dignidad. Una búsqueda universal en la que cada uno de nosotros corremos tras cosas totalmente diferentes, aquellas en las que creemos o confiamos en que nos llenarán. La triste realidad es que, en el mejor de los casos esa saciedad es temporal, muy temporal y nos obliga a una nueva búsqueda o a una dosis mayor de la primitiva. En el peor de los caso el resultado es frustrante y aumenta la desesperación. Incluso nosotros, los seguidores de Jesús vivimos con esta tensión. Lo reconocemos a Él como la fuente de toda vida, aquel que puede darnos vida abundante, pero, nuestra realidad como seres rotos sale a la superficie y nos lanzamos, como los demás, a esas búsquedas que tan sólo nos cansan. ¿Dónde está tus búsqueda?

ABATIDO

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  Pero yo pensaba: En vano he trabajado, en viento y por nada he malgastado mis fuerzas; sin embargo, mi causa la llevaba el Señor, mi recompensa dependía de mi Dios. (Isaías 49:4) En la dimensión espiritual, cuando trabajamos con personas, es fácil -en mi modesta opinión- experimentar este tipo de sentimiento que, tal vez erróneamente, denominaría abatimiento. Esa sensación que todo el trabajo que llevamos a cabo, finalmente, no sirve para nada y no produce ningún tipo de impacto, ni en las personas ni en la realidad. Nos falta y siempre nos faltará perspectiva en esta dimensión. Los procesos con personas, la inversión en el Reino de Dios nunca funciona con causa y efecto evidente. Como bien afirmó Jesús, con frecuencia, otros van a segar lo que nosotros hemos sembrado en la vida de personas o en el propio Reino. Vale la pena tener presentes las palabras que cierran este versículo del profeta: la causa la lleva el Señor, la recompensa la da Dios. ¿Cómo te puede ayudar esto a recob...

PREJUICIOS

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  ¿Cómo es que vuestro Maestro se sienta a comer con esa clase de gente? (Mateo 8:11) Los fariseos le hacen esa pregunta a los discípulos de Jesús quien estaba sentado a la mesa -señal de compañerismo, comunión y aceptación- con gente totalmente despreciable a los ojos de los religiosos. Curiosamente, el Maestro se siente más molesto con los comentarios de los fariseos y su actitud, que es claramente reprendida por él, que con las personas que lo acompañan. Me ha hecho pensar en mí mismo y cuáles son los tipos de personas y los estilos de vida que me producen el mismo rechazo que experimentaron los fariseos -señal que me parezco más a ellos que a Jesús- y la necesidad de hablarlo con el Maestro y desarrollar lo que les dijo directamente a los fariseos, más misericordia y compasión y menos juicio. ¿Quién te produce a ti rechazo? ¿Qué piensas hacer con ello?