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¿DE QUIÉN ES LA CULPA?

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Nadie acosado por la tentación tiene derecho a decir: "Es Dios quien me pone en trance de caer". Dios está fuera del alcance del mal, y él tampoco instiga a nadie al mal. (Santiago 1:13) Santiago plantea dos serios problemas; el primero, es la realidad de la existencia en nosotros de una predisposición hacia el mal. Una predisposición que es tremendamente creativa y que, lamentablemente, como si fuera windows se actualiza automáticamente con la última versión disponible. Ya el apóstol Pablo escribiendo a los romanos hablaba de esa tendencia a hacer aquello que no queremos. La retrataba de una forma tan vívida que llegaba a afirmar que era un miserable que deseaba ser liberado de esa tendencia e inclinación. La otra cuestión es de dónde nace la misma. William Barclay, el famoso comentarista bíblico, afirma con toda la razón del mundo que el ser humano es un experto en evasivas, en no asumir la responsabilidad por sus actos. Ya en Génesis 3 vemos que cuando Adá...

EL CRISOL DE LA PRUEBA

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Dichoso quien resiste la prueba pues, una vez acrisolado, recibirá como corona la vida que el Señor ha prometido a quienes le aman. (Santiago 1:12) Los estudiosos de la Biblia indican que la palabra que ha sido traducida como "prueba" bien puede referirse tanto a las tentaciones internas, fruto de nuestra realidad como pecadores, como a las situaciones externas que hemos de enfrentar como consecuencia de nuestro seguimiento del Maestro. Aquí, la palabra "prueba" no tiene que ver con las situaciones difíciles de la vida que todos, seamos cristianos o no tenemos que vivir y experimentar.  El crisol es un recipiente donde su pueden verter los metales, tanto los nobles como los que no lo son. Pueden resistir temperaturas de hasta 1600 grados centígrados y, precisamente, esas altas temperaturas son las que permiten  que puedan ser separadas y posteriormente eliminadas todas las impurezas que los metales nobles puedan llevar aumentando de ese modo su tota...

SOPESAR

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Si alguno de vosotros anda escaso de sabiduría, pídasela a Dios, que reparte a todos con largueza y sin echarlo en cara, y él se la dará.   Pero debe pedirla confiadamente, sin dudar, pues quien duda se parece a las olas del mar, que van y vienen agitadas por el viento.   Nada puede esperar de Dios una persona así,   indecisa e inconstante en todo cuanto emprende. (Santiago 1:5-7) A pesar de lo que algunas personas piensan este pasaje no dice en absoluto que todo aquello que le pidamos a Dios sin que dudemos lo recibiremos. Solamente, y así nos lo enseña el contexto, está referido al pedir sabiduría. Pero vale la pena prestar atención a la palabra que ha sido traducida como duda en nuestras Biblias. Se trata del término griego "diakrinó" que cuando se aplica a una persona no tiene que ver con la certeza intelectual que caracterizaría a la ausencia de dudas, sino más bien a la persona que está sopesando diferentes opciones antes de tomar una decisión. Por ejem...

¿DAR GRACIAS POR TODO? 3

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La gratitud hacia Dios es una expresión de nuestra confianza en Él. Cuando damos gracias por las cosas que no entendemos, creemos no merecer o, simplemente, nos causan dolor o sufrimiento no estamos haciendo un ejercicio de masoquismo, antes al contrario, al entender y creer que el Señor lo puede usar para formar el carácter de Jesús en nuestras vidas hacemos un ejercicio de fe, es decir, confianza que se expresa por medio de la acción de gracias.  La gratitud no eliminará los problemas, no aliviará necesariamente ni el dolor ni el sufrimiento, sin embargo, nos ayudará a encontrar un propósito en el mismo, la posibilidad de que, si colaboramos con Dios, pueda todo ello ser usado en nuestro proceso de transformación.  Podemos dar la bienvenida, por medio de la acción de gracias, a todo aquello que nos traiga la vida en la convicción de que puede llegar a convertirse en un instrumento en las manos de Dios. Es cierto que el dolor y el sufrimiento no necesariamente,...

¿DAR GRACIAS POR TODO? 2

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Estamos seguros, además, de que todo colabora al bien de los que aman a Dios, de los que han sido elegidos conforme a su designio.   29  Porque a quienes Dios conoció de antemano, los destinó también desde el principio a reproducir la imagen de su Hijo, que había de ser el primogénito entre muchos hermanos. (Romanos 8:29-30) Hay cosas que vivimos que son simplemente consecuencias de nuestras propias decisiones y pecados. Otras son el resultado de la interacción con otros seres humanos que tienen su propia agenda e intereses y, en ocasiones, consciente o inconscientemente, nos dañan física, emocional, espiritualmente o una combinación de todas ellas. Otras, simplemente, nos suceden por ser seres humanos y, consecuentemente, experimentaremos accidentes, dolor y, finalmente la muerte. Sin duda, es posible encontrar otras muchas categorías, como por ejemplo, el sufrimiento de aquellos a los que amamos y que, directa o indirectamente, nos afecta también a nosotros; sol...

¿DAR GRACIAS POR TODO?

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Dando gracias siempre y por todo a Dios Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. (Efesios 5:20) Tengo la sensación que muchos de nosotros damos por sentado que todo en la vida nos ha de ir bien, de gloria en gloria, de bendición en bendición. Todos estamos un poquito contagiados de la teología de la prosperidad y consecuentemente llevamos muy pero que muy mal la contradicción y la frustración por pequeña que sea. Los evangélicos no hemos sabido, podido o querido desarrollar una teología del dolor -dimensión física- ni del sufrimiento -dimensión emocional y espiritual- y, consecuentemente cuando estos aparecen en nuestras vidas, cosa que más tarde o más temprano ha de suceder, no sabemos muy bien cómo manejarlo, qué hacer con ello. Si ya lo anteriormente dicho es complicado de por sí, todavía lo hace más complejo lo que nos indica el apóstol, que demos gracias por todo lo que nos sucede. Ahí queda, ahí esta, no podemos borrarlo de la Escritura, lo único a lo que ...

REFLEXIVOS

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Así que no seáis irreflexivos; al contrario, tratad de descubrir cuál es la voluntad de Dios. (Efesios 4:17) Las personas que siguen mis escritos saben que amo la palabra reflexión. De origen latino, en su origen significa inclinarse hacia atrás para, de ese modo, poder ganar distancia y aumentar la perspectiva. Haciendo ambas cosas uno puede ver las cosas, percibirlas y analizarlas mucho mejor. La reflexión no se da, se busca, se provoca, es intencional; uno ha de tomar la decisión de pararse para llevarla a cabo. De las palabras de Pablo deduzco que, a pesar de ser seguidores de Jesús, es fácil para nosotros seguir la rutina y la vorágine de la vida cotidiana y nunca pararnos para tomar ese necesario tiempo para la reflexión. Cuando esto pasa nos volvemos irreflexivos y, consecuentemente, simplemente vamos haciendo, sin preguntarnos cuestiones tan simples cómo ¿vamos en la dirección correcta? Es como la anécdota de aquel buen hombre que estaba tan ocupado conduci...