RENDIR CUENTAS
Porque todos nosotros tenemos que presentarnos ante el tribunal de Cristo para que cada uno reciba el premio o el castigo que le corresponda por lo que hizo durante su vida mortal. (2 Corintios 5:10)
Esta es una realidad que, o bien desconocemos, o bien no queremos tener en cuenta. Pero es real, todos los seguidores de Jesús, sin excepción deberemos de pasar cuentas de la forma en que hemos vivido. Algunos le llaman a esto el juicio de nuestra mayordomía, es decir, siguiendo la lógica de las parábolas sobre los talentos, será un rendir cuenta acerca de cómo hemos vivido y cómo hemos usado los recursos que el Señor nos ha encomendado en préstamo, en usufructo para poderlos administrar para honrarlo a Él y bendecir a otros.
No es nuestra salvación lo que está en juego, es más bien el tipo de vida que hemos vivido y si esta ha estado alineada con los planes y los propósitos de Dios. Este pasaje, y otros similares, no tienen como finalidad meternos el miedo en el cuerpo, antes bien el llamarnos la atención sobre la forma en que vivimos, recordarnos la responsabilidad de nuestra mayordomía y, sobre todo, que no olvidemos que una vida que honra al Señor y bendice al mundo es la mejor respuesta a la gracia.
¿Cómo estás viviendo tu mayordomía?
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