VIEJO Y SABIO (SALMO 89)
Enséñanos de tal modo a contar nuestros días que traigamos sabiduría al corazón (Salmo 80:12)
Envejecer es inevitable, volverse sabio es una opción y, cuanto antes la elijas mucho mejor será tu vida. En la Biblia la sabiduría -según nos enseña repetidamente el libro de Proverbios entre otros- es nuestra capacidad para ordenar y vivir nuestras vida según los principios de Dios. Y, como bien sabemos, todo lo que el hombre siembra, eso mismo recogerá. Volverse sabio es integrar todas las dimensiones de nuestra vida de tal manera que podemos vivirla con un sentido de gozo, plenitud, satisfacción interior.
Daniel Levinson tiene una obra de referencia titulada "Las estaciones en la vida de un hombre". En la misma estudió las diferentes etapas de desarrollo del ser humano (infancia y adolescencia - la edad adulta temprana - la edad adulta media y, finalmente - la edad adulta tardía) y notó que cada etapa se construye sobre la anterior. Una etapa mal resuelta pude llevar a que la siguiente sea construida en falso. También percibió que cuando una etapa se concluye bien se desarrolla lo que el denomina una virtud; lo contrario también es cierto, una etapa mal cerrada lleva a una carencia profunda.
Levinson enseña que cuando llegamos a la edad adulta tardía -en la que me encuentro :-) - si la persona ha vivido bien desarrolla sabiduría. Pero, si la persona no lo ha hecho, genera desesperación. Tiene todo el sentido. Cuando te queda mucho menos por delante de lo que hay detrás tuyo, has de tener la capacidad de mirar hacia atrás con un sentido de satisfacción, de haber vivido bien. Al mismo tiempo, afrontar lo que queda con el deseo de dejar un legado para otros.
Las pequeñas o grandes decisiones que hoy tomes determinarán si envejeces con sabiduría o no. Pide a Dios discernimiento para ver cómo vas.
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