YO NO VOY A LLEVAR TU CARGA

Pues cada uno debe llevar su propia carga. (Gálatas 6:5)

Pablo afirma que cada persona es responsable de llevar su propia carga. La palabra que usa el apóstol es impedimenta y se refería al equipo que todo soldado romano era responsable de portar cuando estaba en marcha. Consistía, fundamentalmente, de su uniforme, su escudo, sus armas, sus propias vituallas y también la parte de la tienda de campaña que al final de cada día de marcha le serviría de alojamiento junto con otro pequeño grupito de soldados llamado contubernio. Ningún legionario podía ni siquiera soñar que otro compañero iba a llevarle su impedimenta; era consciente de que se trataba de su única y propia responsabilidad y de nadie más. 

Pablo lo aplica a las realidades de la vida. Hay cosas de las cuales todo seguidor de Jesús es responsable y, consecuentemente, no debe esperar que otros les ayuden a sobrellevarlas. Somos responsables ante el Señor de las mismas y ante Él tendremos que darle cuenta como mayordomos serios. Mal hará un líder tomando sobre sí cargas que no le corresponden, que Dios no le pide que lleve y que de hacerlo lo único que conseguirá será desarrollar irresponsabilidad entre los creyentes. Generará una codependencia que no será saludable para ninguno de los dos, el líder y el seguidor. Como líderes hemos de empoderar a los seguidores para que tomen responsabilidad sobre sus propias vidas y lleven aquellas cargas que de parte de Dios son responsables de llevar y que nosotros no queremos ni debemos llevar.

¿Estás llevando cargas que no te corresponden? ¿Estás esperando que te lleven cargas que sólo tú eres responsable?