SABIDURÍA PARA LÍDERES: FRUTO DEL ESPÍRITU
En cambio, el Espíritu produce amor, alegría, paz, tolerancia, amabilidad, bondad, lealtad, humildad y dominio de sí mismo. Ninguna ley existe en contra de todas estas cosas. Y no en vano los que pertenecen a Cristo Jesús han crucificado lo que en ellos hay de apetitos desordenados, junto con sus pasiones y malos deseos. Si, pues, vivimos animados por el Espíritu, actuemos conforme al Espíritu (Gálatas 5:22-25)
Quien te controla y dirige determina los resultados/frutos que produce tu vida, tanto los visibles como los no visibles. El apóstol nos indica que el fruto del Espíritu no es algo que podemos producir por nosotros mismos. Uno no puede afrontar la vida diciendo: "mañana, cuando me levante seré más paciente" ó "a partir del lunes buscaré el bien de todos aquellos con los que me relacione". Todas esas actitudes y conductas que Pablo engloba bajo el término: "fruto del Espíritu" son el resultado directo y proporcional de nuestro caminar día tras día bajo el control, guía y dirección del Espíritu de Dios.
Los versículos arriba reflejados pertenecen al capítulo cinco del libro de los Gálatas. En ese texto Pablo afirma que si es nuestro ego quien nos controla generará en nosotros toda una serie de frutos destructivos para nosotros mismos y los demás; por el contrario, si es el Espíritu de Jesús quien lo hace producirá en nosotros sus propios frutos que, como podemos ver, son un reflejo del carácter de Jesús, el Señor.
Pero estos frutos no son instantáneos como el Nescafé. No se producen de un día para otro. Uno no ora y, de forma automática, es investido con paciencia. No clama y al día siguiente se vuelve humilde. Son el resultado de caminar día tras día en el Espíritu. Vienen como consecuencia de vivir practicando la respiración espiritual. Son, en definitiva, de permitir a lo largo del tiempo que el Espíritu de Jesús sea la influencia principal y dominante en nuestras vidas.
Hablamos de un proceso. El propio Pablo escribiendo a los Filipenses afirmaba que no lo había conseguido aún; que todavía no era perfecto. Este proceso podría desplegarse de la siguiente manera: comienzo el día --> pido de forma consciente e intencional ser lleno del Espíritu --> camino bajo su dirección --> practico la respiración espiritual cada vez que es necesario --> hago de esto un estilo de vida --> manifiesto el fruto del Espíritu en mi vida.
Si quien te controla determina los frutos que produce tu vida, al mirar a éstos últimos ¿Quién está controlándote?
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