JESÚS, DESCENDIENTE DE DAVID
Esta es la lista de los antepasados de Jesucristo, descendiente de David y de Abrahán. (Mateo 1:1)
Mateo comienza su evangelio estableciendo una verdad revolucionaria, Jesús es totalmente humano y, por eso, lo ubica en el tiempo y en el espacio y dentro de una saga, la de Abrahán y David. A diferencia de las grandes religiones por todos conocidas, en el cristianismo Dios no escoge un profeta para hablar a la humanidad y que lo represente ante ésta. Dios decide tomar forma humana, vivir en medio de nosotros y como uno de nosotros. Dios se sumerge en la realidad humana y la experimenta en todas sus dimensiones -a excepción del pecado, aunque no la tentación- incluyendo la más democrática de todas ellas, la muerte. Veo en Jesús al Dios solidario con nuestra experiencia humana.
El anónimo escritor del libro de Hebreos ya afirmó que: "contamos con un sumo sacerdote excepcional que ha traspasado los cielos, Jesús, el Hijo de Dios, mantengámonos firmes en la fe que profesamos. Pues no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades; al contrario, excepto el pecado ha experimentado todas nuestras pruebas". Junto con la gracia valoro por encima de cualquier otra cosa la encarnación de Dios en Jesús. Yo no podría seguir ni confiar en un Dios que nunca hubiera participado de la experiencia humana. ¿Cómo sería posible confiar y seguir a alguien que siempre ha estado tranquila y ricamente sentado en un su trono universal sin dignarse de vivir como yo vivo? ¿Qué capacidad de empatía y comprensión me puede mostrar un Dios que nunca ha compartido mi miseria, mi dolor y mi sufrimiento?
Pero con Jesús no es así, su encarnación le hace digno de mi confianza. Al haber participado plenamente de la naturaleza y condición humana sé que cuando me dirijo a Él puede entenderme. Puedo escuchar su voz de ánimo diciendo: "Lo sé, yo he estado ahí, puedo entender lo que vives, sientes y experimentas". Sé que cuando me acercó a Él con la miseria de mi pecado y la realidad de que soy un ser roto, Jesús me comprende. Puede no estar de acuerdo, pero sabe comprender. Así lo explica nuevamente el autor de la carta a los Hebreos: "Precisamente porque Él mismo fue puesto a prueba y soportó el sufrimiento, puede ahora ayudar a quienes están siendo probados".
No importa lo que estés sintiendo, viviendo y experimentando, acércate a Jesús, Él entiende, puede comprender lo que otros, incluso los más cercanos a ti, tal vez nunca entenderás. En Jesús siempre encontrarás empatía y acogida.
¿En qué cambiaría nuestra fe si Dios nunca hubiera compartido nuestra realidad como seres humanos?
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