PARÁBOLAS, YA QUE... II




Teresa de Calcuta afirmaba que en cada necesitado nos encontramos con Jesús disfrazado. No está desencaminada. En el pasaje de Mateo 25 Jesús afirma que todo aquello que le hacemos a un necesitado se lo hacemos a Él. Del mismo modo, todo aquello negado a alguien en necesidad le es privado a Él mismo. Carece totalmente de valor moral hacer algo por el beneficio que nos puede otorgar; o dejar de hacer algo por el perjuicio que nos puede generar. Hasta las personas carentes de principios de conducta son lo suficientemente inteligentes para buscar el beneficio o evitar las consecuencias. El valor moral radica en hacer o dejar de hacer no debido a, sino a pesar de los beneficios o perjuicios derivados de nuestra acción. 

Si nos encontráramos cara a cara con Jesús no dudo que todos nosotros actuaríamos respondiendo a sus necesidades físicas, materiales o emocionales ¡Quién osaría pasarlas por alto!. El reto consiste en hacer lo mismo con el necesitado anónimo, y para motivarnos a ello el Maestro nos indica que en esa persona nos encontramos, interactuamos con Él mismo. Jesús en persona es ministrado o es rechazado en la persona del necesitado. Esto explica la sorpresa tanto de los que son reconocidos como los que son rechazados. Tanto unos como otros carecen de conciencia de haber hecho o dejado de hacer en favor de Jesús. Si lo hubieran sabido aquellos que omitieron la ayuda sin duda lo hubieran hecho. Sin embargo, aquellos que se volcaron en el necesitado no hubieran cambiado su manera de proceder. 

Este relato de Jesús es inquietante y un aviso para navegantes. Nos indica que muchos de nosotros puede ser que nos sorprendamos de nuestra evaluación en el día del juicio final y, precisamente, para evitar ese tipo de sorpresas, nos indica cuál será el criterio del mismo, ni más ni menos que nuestra respuesta al prójimo necesitado.


¿Cómo puede ayudarte entender que en el necesitado te encuentras con Jesús?

Comentarios

Entradas populares de este blog

SE PROPICIO A MÍ PECADOR

ESCLEROSIS

CORAZÓN INCRÉDULO