SALMO 79/ CONFESIÓN



Perdona nuestros pecados haciendo honor a tu nombre. (Salmo 79:9)


Dicen los estudiosos bíblicos que Asaf escribió este salmo como una expresión de sus sentimientos a causa de la destrucción de Jerusalén y del templo. Una lectura completa del mismo refleja el estado en el que ha quedado la ciudad santa y sus habitantes y cómo sus enemigos se han enseñado con la una y los otros. El poema expresa dolor, rabia, sensación de abandono y clama por venganza. Asaf considera que lo que ha pasado, no es únicamente un problema del pueblo, es una auténtica afrenta al Señor, a su nombre y a su gloria.

Yo al leerlo pensaba en mí mismo y por extensión en las personas en general. Cuando pasamos por momentos de dificultad, de dolor, de sufrimiento, de reto, de calamidad o, simplemente, cuando la vida no nos va bien, hay una tendencia a externalizar las responsabilidades, a culpar a otros o bien a las circunstancias, a considerar injusto lo que no está pasando (sin tener en cuenta que nuestra situación rara vez es única y singular y muchísimas otras personas la experimentan sin que ello nos haya preocupado o preocupe). No estoy diciendo que no sea correcto ni legítimo lamentarse de la actuación, o falta de la misma, de otros; que no haya que pensar en las circunstancias. Lo que estoy diciendo es que Asaf nos enseña que debe haber también tiempo e intencionalidad para mirarnos a nosotros mismos, a nuestros interior y examinar el estado de nuestro corazón y qué posibles causas o pecados nos han podido llevar a la situación en la que nos encontramos. Sin duda otros nos afectan, las circunstancias no son adversas ¿Pero que sucede con nuestra responsabilidad ante el Señor?


¿Tiempo para que el Señor examine el corazón y puedas hacer tuyas las palabras de Asaf?






Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

SE PROPICIO A MÍ PECADOR

ESCLEROSIS

CORAZÓN INCRÉDULO