SALMO 17/ EXAMINADO, SONDEADO, PROBADO

Me has sondeado, me has examinado de noche, me has probado y no has hallado mal alguno. (Salmos 17:3)

Cada año, de forma regular, me someto a revisiones médicas; las próximas tendrán lugar durante las semanas cercanas. La finalidad es averiguar el estado de mi salud; controlar aspectos vitales que deben ser analizados para prevenir o detectar cualquier alteración que deba ser abordada. Nunca he tenido miedo de afrontar estas u otras pruebas pues mi filosofía al respecto es que la realidad es siempre mi amiga; si hay algo malo cuanto antes lo sepamos mejor que mejor; sabiendo las cosas podemos reaccionar ante ellas.

El salmista me está enseñando a hacer ese mismo tipo de análisis con mi vida espiritual; ir ante la presencia del Señor para ser sondeado, probado y examinado. David nos sugiere hacerlo en la noche y me parece una buena idea. El día ha llegado a su fin, nos vamos a la cama para descansar y puede ser un buen momento para observar el día desde la distancia y de una forma reflexiva. Preguntarle al Señor y a nosotros mismos algunas cuestiones que nos ayuden en ese proceso ¿Cómo he vivido hoy? ¿Cómo he reflejado el carácter de Jesús? ¿Qué actuaciones he tenido como agente de restauración y reconciliación? ¿Qué cosas no te han honrado y debería cambiar? Estas son algunas preguntas que pueden servir de guía, sin embargo, me gustaría hacer énfasis en el principio detrás de las mismas, el principio de presentarnos ante Dios para que arroje luz sobre nuestra manera de vivir y pensar. Que lo haga, no para satisfacer nuestra curiosidad, sino para que podamos obrar en consecuencia a la retroalimentación que recibamos del Señor. No voy al médico porque tengo curiosidad acerca de cómo esta mi salud, conocer el apasionante número de leucocitos que tengo, o el estado de mis transaminazas, o el nivel PSA en mi orina. No me mueve la curiosidad, me mueve la necesidad de información para proceder a la acción que preserve y/o mejore mi vida.

¿Con qué frecuencia te sometes al examen de Dios? ¿Cuáles son los peligros de no hacerlo? ¿Cuáles son los beneficios de llevarlo a cabo? ¿Qué vas a hacer en respuesta a lo que has leído?