EL SERMÓN DEL MONTE 33/ PADRE NUESTRO 2/ MATEO 6
Vosotros debéis orar así: Padre nuestro que estás en los cielos (Mateo 6:9)
La palabra nuestro nos recuerda el carácter comunitario de la fe cristiana, del seguimiento de Jesús. Todas las peticiones están, entiendo que de forma deliberada, hechas en plural y no en singular. El Nuevo Testamento una y otra vez reafirma el carácter comunitario de nuestro seguimiento de Jesús. Es cierto que somos salvados de forma individual y personal; pero lo somos para formar parte de un pueblo, de una familia, un cuerpo; no existe tal cosa como una fe individual, personal, solitaria y carente de un compromiso con otros seguidores del Maestro.
Este aspecto comunitario es un antídoto contra el individualismo que prevalece en nuestra sociedad que nos lleva a vivir centrados en nosotros mismos y nuestras necesidades; indiferentes, no ya a un mundo roto a nuestro alrededor y del cual formamos parte, sino también a las de nuestros hermanos en la fe con los que compartimos el seguimiento de Jesús. La comunidad es esencial para nuestra formación y el desarrollo de nuestra carácter, para que la imagen de Jesús sea formada en nosotros. La vida en comunidad genera situaciones y relaciones que ponen de manifiesto aspectos del carácter del Maestro que necesitan ser trabajados en nosotros. No podemos desarrollar la tolerancia, el perdón, la responsabilidad, el apoyo mutuo y otros muchos aspectos si no es en un contexto comunitario.
Cuando decidimos optar por una fe individual, sin compromiso comunitario, es importante que no olvidemos que el plan de Dios es que la iglesia, y las relaciones que en ella se dan, debe ser un anticipo del Reino, debe mostrar a un mundo necesitado lo que son relaciones genuinas y auténticas, ya que es el espacio donde las diferencias políticas, culturales, sociales, de género, económicas y cualquier otra quedan diluidas y el énfasis se coloca en la hermandad que la relación con Jesús produce.
Un autor cristiano afirmaba que cuando fallamos en construir comunidad nos conformamos con la sociedad. Ésta tiene que ver con la forma en que nos organizamos y está orientada a los derechos. La comunidad, por el contrario, tiene que ver con nuestras relaciones y se orienta hacia el bien común.
¿Cómo es la dimensión comunitaria de tu fe? ¿Con quién tienes un compromiso de responsabilidad y apoyo mutuo? ¿Cómo lo expresas, cómo lo canalizas? ¿De qué modo sería diferente la oración si en vez de "Padre nuestro" dijera "Padre mío"?
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