EL SERMÓN DEL MONTE 21/ PLEITOS/ MATEO 5
Y al que quisiera pleitear contigo para quitarte la túnica, cédele el manto. (Mateo 5:40)
William Barclay indica que la túnica -prenda de vestir interior- podía ser objeto de confiscación o fianza en caso de juicio; sin embargo, el manto -prenda exterior que servía también como abrigo para dormir- no era objeto de confiscación. Así lo indicaba la Ley: "Si tomares en prenda el vestido [manto] de tu prójimo, a la puesta del sol se lo devolverás, porque sólo eso es su cubierta, es su vestido para cubrir su cuerpo. ¿En qué dormirá? (Éxodo 22:26-27).
Como tantas otras veces es preciso ver el principio y no quedarse hipnotizado por las formas. No tengo ni túnica ni manto; no soy, por tanto, sujeto que pueda ver ambas cosas confiscadas ¿Cuál es pues el principio espiritual que me quiere enseñar Jesús por medio de todo esto? Me da la impresión que adonde apunta el Maestro es hacia la cuestión de los derechos. Una persona que había sido llevada a pleito y a la que habían pedido la túnica como fianza, confiscación o indemnización, tenía el derecho de conservar su manto; Jesús indica que sus seguidores no deben de hacer énfasis en sus derechos; incluso podríamos afirmar que sus discípulos deberían vivir como si no tuvieran derechos, enfocados más bien en sus responsabilidades hacia su prójimo, hacia un mundo que está roto y necesitado. No parece algo tan descabellado cuando el mismo Jesús afirmó no haber venido para ser servido sino, antes al contrario, para servir.
Aunque estoy convencido de que ese es el principio que indica Jesús soy consciente que puede dar lugar a discusión e interpretación ¿Acaso el mismo Pablo no usó su derecho como ciudadano romano en varias ocasiones? Sin duda, es materia discutible pero, para no quedarnos en el limbo de las discusiones interminables ¿Por qué no bajarlo al ámbito de las relaciones personales? Esto nos permite manejar el principio de forma más fácil, más es nuestra realidad de cada día. ¿Cómo serían esas relaciones si nos enfocáramos más en nuestras responsabilidades y menos en nuestros derechos? ¿Cómo cambiarían las relaciones de iglesia si aplicáramos el mismo principio? ¿Cómo sería este mundo si los millones de personas que nos declaramos seguidores del Maestro de Nazaret nos enfocáramos más en el servicio a la sociedad y menos en proteger nuestros derechos?
¿Qué situaciones estás viviendo o hay en tu entorno en las que ya podrías comenzar a aplicar este principio?
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