2 CORINTIOS/ ¿QUÉ DICE TU CONCIENCIA?/ 2 CORINTIOS 1:12-24
Si de algo nos sentimos orgullosos es de que la conciencia nos asegura que nuestro comportamiento con todo el mundo, y particularmente con vosotros, ha estado presidido por la sencillez y la franqueza que Dios inspira: es decir, ha sido fruto del favor divino y no del humano saber. (2 Corintios 1:12)
Pablo está hablando de tener la certeza de que nuestra conciencia nos avala. La conciencia emite juicios de inocencia o culpabilidad acerca de nuestras acciones, omisiones, motivaciones, actitudes, prioridades y un etcétera tan largo como queramos. De algún modo nuestra conciencia viene a ser como una especie de brújula moral que nos ayuda a enfocarnos y orientarnos éticamente en el marasmo de la postmodernidad. Es, por tanto, fundamental escuchar la voz de la conciencia para asegurarnos que estamos orientados correctamente.
Sin embargo, la conciencia no es infalible y puede ser domesticada y acallada. Si de forma continuada vamos rechazando su voz y no siguiendo sus directrices llega un momento en que su consejo es vagamente audible y, finalmente, desaparece y deja de emitir los juicios necesarios para orientarnos. Del mismo modo nuestra conciencia puede corromperse y emitir juicios equivocados, diciendo a lo bueno malo y a lo malo bueno. Sin duda todos nosotros hemos experimentado eso en nuestra propia realidad humana.
Dado su carácter limitado nuestra conciencia no puede ser la guía moral última y definitiva. Necesitamos que esta sea examinado por el Espíritu de Dios -que es diferente de nuestra conciencia aunque trabaje por medio de ella-. Precisamos que el Espíritu de Jesús analice nuestras motivaciones, actitudes, racionalizaciones más íntima y saque a la superficie la verdad para que, conociéndola, podamos actuar en consecuencia. Y para que este análisis sea posible es preciso pasar tiempo con Dios y en su presencia para permitir el trabajo del Espíritu analizando, separando, evaluando las intenciones más ocultas de nuestro corazón.
¿Cómo está tu conciencia? ¿Cuánto tiempo hace que no llevas a cabo una revisión en profundidad de la misma? ¿Qué peligros corres de no hacerlo?
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