JESÚS/ ATENDER A LOS NIÑOS/ MATEO 17:5-6 Y 10



Y el que recibe en mi nombre a un niño como este a mí me recibe. Pero a quien sea causa de pecado para uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que lo arrojaran al fondo del mar con una piedra de molino atada al cuello... Guardaos, pues, de despreciar a algunos de estos pequeños, porque os aseguro que en el cielo sus ángeles están siempre en presencia de mi padre celestial. (Mateo 18: 5,6,10)


Niño en aquella época y aquel contexto podía tener dos significados. El primero y más evidente es el de alguien de corta edad. El segundo tiene que ver con aquellas personas que eran jóvenes en la fe, inmaduras y en proceso de formación en el proceso de seguimiento de un maestro en los tiempos de Jesús.

Cualquier explicación adicional sobre e primero de los significados parece innecesaria, sin embargo, valdría la pena tener en cuenta dos cosas. La primera el valor que Jesús da a un colectivo humano, la niñez, que en aquella época no era valorado, protegido ni tenido en cuenta como lo es ahora. Nuevamente el Maestro es un precursor. La segunda, que recibir a un niño, como en otros lugares se habla de recibir a un necesitado, es recibir al mismo Jesús. En el pequeño interactuamos de manera correcta o incorrecta con el mismo Maestro.

En cuanto al segundo término, el nuevo iniciado en la fe, el planteamiento es similar. Hemos de ser tremendamente sensibles y asegurarnos que no hacemos o dejamos de hacer nada que pueda ser un motivo de caída, desánimo o abandono para el nuevo que se está iniciando en los caminos de Jesús.


¿De qué modos prácticos puede ayudarte en el servicio a estos colectivos el pensar que en ellos sirves al mismísimo Jesús?

Comentarios

Entradas populares de este blog

SE PROPICIO A MÍ PECADOR

ESCLEROSIS

CORAZÓN INCRÉDULO